Bronquiolitis en bebés

15 enero 2021

La bronquiolitis en bebés es la infección vírica que más preocupa a los padres de niños durante el invierno. Tras el nacimiento es relativamente común que el bebé tenga mocos y que estornude con frecuencia. Aunque es posible que esté acatarrado, lo más habitual es que no se trate de una enfermedad infecciosa. Sin embargo, en la época otoñal y sobre todo la invernal es muy frecuente la aparición de la enfermedad respiratoria más común en niños lactantes y menores de 2 años, la bronquiolitis aguda.

Pedro Camacho Mi recién nacido

Pedro Camacho García
mireciennacido.com
Enfermero de Neonatología y Pediatría
Osteópata
Autor del libro Mi recién nacido: la guía definitiva y más completa de ayuda a padres ante el nacimiento del bebé

¿Cuáles son los síntomas de la bronquiolitis en bebés?

La bronquiolistis en bebés está causada principalmente por el virus respiratorio sincitial (VRS) y de la Parainfluenza. Se trata de una enfermedad vírica en la que la vía aérea se irrita y obstruye debido a que las paredes de los bronquiolos se inflaman. Los bronquiolos son pequeños conductos del pulmón que ayudan en el transporte del oxígeno. En este caso, los bebés y los niños pequeños son los más perjudicados. Sus vías respiratorias altas, al ser pequeñas, se obstruyen con mayor facilidad.

El bebé comienza como un catarro común, con tos y mocos. Pero tras estos síntomas, a los pocos días empeora, porque comienza a presentar principalmente dificultad para respirar. Es decir, los niños con bronquiolitis presentan los siguientes síntomas:

  • Dificultad respiratoria. Aumenta el ritmo respiratorio y fatiga.
  • Tiene tiraje intercostal (se hunden las costillas y se le mueve mucho el abdomen al respirar)
  • Tiene sibilancias (se le escuchan “silbidos o pitos”).
  • En ocasiones presenta cianosis peribucal (piel azulada alrededor de los labios y de las uñas), seguido de apatía, palidez y en ocasiones fiebre.

Es una enfermedad muy contagiosa. Si observas alguno de estos síntomas sumado a que el bebé no quiere comer como antes, fiebre alta (por encima de 39°), dolor de oídos (se tira de las orejas), está irritable o tiene mucha tos y mocos, debes de acudir inmediatamente al pediatra. Un resfriado común en un niño mayor puede significar una bronquiolitis en un lactante, pudiendo incluso acabar en un ingreso hospitalario. Además, haber padecido bronquiolitis puede predisponer a desarrollar problemas respiratorios como el asma en el futuro.

Cómo prevenir la bronquiolitis en bebés

Debido a la situación sanitaria actual, ya todos tenemos asumido e interiorizado que si te encuentras acatarrado, tienes mocos o estornudas, no conviene acercarse a los bebés o recién nacidos ni visitarlos. El sistema inmunológico de los bebés está aún en desarrollo y es muy fácil que adquieran esta infección cuando entren en contacto con otras personas que la tienen.

El virus se extiende cuando la persona infectada estornuda o tose, expulsando las secreciones que contienen el virus, y éstas entran en contacto con el bebé, directa o indirectamente (por ejemplo, al besarlo, cogerlo o tocarle las manos). Lavarse las manos con frecuencia y una mascarilla resultan imprescindibles, cuando notemos el más mínimo síntoma de resfriado, con la finalidad de proteger lo más posible a nuestros bebés.

Fomentar la lactancia materna, ya que tiene un importante efecto protector.

Evitar zonas muy concurridas y ambientes cerrados, no exponer al niño al humo del tabaco y no fumar durante el embarazo.

En temas de prevención es importantísimo donde pasa la mayoría del tiempo el bebé. Sabemos en este sentido, que cuando un bebé cumple dos años, ha pasado más de trece meses durmiendo. La mayoría de ese tiempo lo hará en su cuna, y un buen colchón de cuna como BabyKeeper® sin duda juega un papel muy importante en la protección y defensa de nuestro bebé.

El tratamiento Dermawell® de BabyKeeper® es capaz de prevenir la posible irritación de la piel y las vías respiratorias, pues ahuyenta a las bacterias no deseadas del entorno del bebé mientras duerme. Además, todos los materiales que conforman el colchón de cuna BabyKeeper® han superado exhaustivos controles de toxicología, erradicando todos los agentes perjudiciales para el bebé generadores de dermatitis y alergias respiratorias como la bronquiolitis y el asma.

Es maravilloso poder contar con las ventajas tecnológicas de última generación incorporadas a lo más básico y esencial en la vida de un bebé, como es su colchón de cuna.