Claves para un swaddling seguro

12 octubre 2016
La técnica de envolver a los bebés de manera ajustada conocida como swaddling se trata de un método que tranquiliza y ayuda a dormir a los recién nacidos ya que les hace sentir seguros en un ambiente acogedor, seguramente, porque les recuerda al útero materno. Además, es posible que los primeros días tu bebé pueda llegar a sentirse asustado por el excesivo espacio del que dispone. Sin embargo, según indica la Asociación Americana de Pediatría, puede provocar algunos riesgos si no se realiza de manera adecuada. Hoy os damos algunos consejos para conseguir un swaddling seguro. No se trata de una nueva práctica, ya la utilizaban las mamás en el siglo XVIII y XIX que se ha recuperado en los últimos años. Se trata de una técnica que funciona para calmar al bebé y conseguir que duerma Entre los riesgos que puede conllevar el uso incorrecto de este método, por ejemplo, los expertos indican acerca de la posible aparición de displasia de cadera si se envuelve al bebé con las piernas extendidas sin permitirle movilidad. Por otro lado, si el tejido con el que envolvemos al bebé está demasiado suelto puede provocar un riesgo de asfixia. Para evitar estos riesgos, toma nota de todo lo que debes saber para envolver al bebé de forma segura. En primer lugar, no se recomienda envolver al bebé a partir de los 2 meses ya que a partir de este momento los bebés comienzan a moverse más y pueden ponerse boca abajo y esto podría ser peligroso. Como hemos comentado anteriormente, es importante no dejar que el bebé se desenvuelva. Para asegurar que está lo suficientemente suelta y que el bebé puede respirar de manera correcta, tiene que haber espacio suficiente como para meter tu mano entre la tela y su pecho y tripa.   El bebé tiene que tener movilidad en la zona de las piernas y cadera sin apretar demasiado la sábana, dejándolas flexionadas. Las piernas y la cadera deben estar flexionadas, nunca extendidas. La temperatura es uno de los factores más importantes en el sueño de los bebés por lo que en función de la temperatura ambiental puedes optar por ponerle más ropa o menos. Si es verano puedes utilizar una muselina o una sábana para envolverle, lo más recomendable será utilizar materiales como el algodón que sean totalmente transpirables. En invierno podemos envolver al bebé con una mantita fina. Es importante no abrigar en exceso a los bebés mientras duermen.  Ahora toca ponerlo en práctica, ¿cómo envolver al bebé? Sigue los siguientes pasos
  1. Pon una manta, una sábana o muselina de tamaño cuadrado sobre una superficie plana. Dobla la esquina derecha y coloca los hombros del bebé sobre este pliegue.
  2. Pasa el lado izquierdo de la tela sobre el cuerpo del bebé, metiendo el extremo por debajo de su brazo izquierdo.
  3. Sube la parte inferior de la tela hasta meterlo detrás de su brazo izquierdo procurando que el brazo quede dentro de la tela.
  4. Toma el trozo de tela que queda y dóblala hacia el corazón del bebé y la tela que sobra métela por detrás de su brazo derecho.
Y vosotras mamis, ¿practicais esta técnica? ¿tenéis algún truco? Imagen vía Pinterest