¿Cómo cambia el cuerpo en el segundo mes de embarazo?

26 mayo 2020

Seguro que en los primeros meses de embarazo no notas demasiados cambios físicos en tu cuerpo, incluso hay quien estas primeras semanas no tiene sospecha de su estado de buena esperanza. Sin embargo, se puede decir que son los meses más importantes y en los que más cambios se producen. Pero, ¿cómo cambia el cuerpo en el segundo mes de embarazo?

El primer mes de embarazo se contabiliza desde el primer día de la última regla, ya que desde esa última menstruación hasta que se produce la ovulación pasan unas dos semanas. Estos primeros momentos del embarazo serán cruciales para que llegue a buen término. Hasta que no aparece la primera falta o retraso no se suelen confirmar las sospechas. Incluso, hay mujeres que tienen el llamado sangrado de implantación. Durante estas primeras semanas se disparan los índices de progesterona y Gonadotropina Coriónica Humana, que provoca que el período menstrual se detenga. También son la causa de las nauseas matutinas, los mareos o las ganas de vomitar, incluso del estado de ánimo de la futura madre, quien se puede mostrar más irritable y sensible emocionalmente.

¿Cómo cambia el cuerpo en el segundo mes de embarazo?

Tal y como ocurre en el primer mes de embarazo, las hormonas siguen preparando el cuerpo para el perfecto desarrollo del embarazo. A la función que venía haciendo la hormona HCG (gonadotropina coriónica humana), que ya se puede detectar de forma fiable en la orina por medio de una prueba de embarazo, se le suman los estrógenos que inician la preparación de los senos para la producción de leche materna. Además, la progesterona relaja los músculos uterinos para que el bebé crezca sin obstáculos y la relaxina hace que el tejido del cuello uterino y del suelo pélvico se vuelvan más elásticos. Durante este segundo mes es el momento perfecto para acudir al ginecólogo para realizar el primer examen prenatal.

Muchas embarazadas se preguntan cómo cambia el cuerpo en el segundo mes de embarazo, ya que estos cambios no son visibles. Los expertos señalan que el útero aumenta su tamaño, esto puede provocar molestias y sensación de pinchazos. La futura madre podría notar el abdomen más ensanchado y los muslos ligeramente hinchados, aunque todavía no se nota la típica tripa de embarazada. En muchas mujeres aparecen los primeros ardores, el estreñimiento y los calambres en las piernas. Puede también que a partir de la quinta semana la madre se note más somnolienta, sintiéndose más cansada y es probable que su apetito aumente.

Otro cambio que se produce es el aumento en un 10% del volumen sanguíneo del organismo, esto se puede notar en la zona genital, ya que la vulva y la vagina adquieren un color más oscuro y azulado. Puede haber también una ligera bajada de la tensión arterial. El corazón de la futura mamá aumenta su frecuencia en unas diez pulsaciones más por minuto para hacer llegar también sangre al útero, a la placenta y al bebé. Otro cambio que se nota es que la respiración se acelera. Los pechos siguen con su transformación. Se hacen más grandes, pesados y sensibles, además, la areola mamaria se vuelve de un color más oscuro.

Entre las recomendaciones que el médico realiza en esta etapa está la de mantener una alimentación variada y equilibrada en la que estén presentes los cinco grupos principales de alimentos: cereales y granos, frutas, verduras, productos lácteos y carnes. Los cambios irán en aumento a lo largo de los siguientes meses de embarazo. Con el paso de las semanas se notará el estado de buena esperanza, así como comenzarás a notar a tu bebé

Tu bebé a los dos meses de embarazo

Estos primeros meses en los que no se notan los cambios externamente, son la etapa más importante para el perfecto desarrollo del embarazo. Es en estas semanas cuando se forman todos los sistemas y órganos principales del cuerpo del nuestro bebé. Aproximadamente a las seis semanas de embarazo, el embrión flota en una burbuja llena de fluido que en breve se convertirá en el saco amniótico.

Alrededor del bebé ha crecido el saco vitelino, se asemeja a un globo pegado a él, cuya misión es proporcionar todos los nutrientes necesarios hasta que la placenta esté totalmente desarrollada. Es a partir de la semana 12 de gestación cuando la placenta puede empezar a funcionar por sí sola.

El embrión comienza a adquirir aspecto humano y sus formas son más reconocibles a partir de la octava semana de embarazo. Se forman orejas, tobillos, muñecas, dedos de las manos y de los pies. También se forman y crecen los párpados, pero aún permanecen sellados hasta el octavo mes de gestación.

Hacía la semana 5-6 semanas el corazón de nuestro bebé tiene forma de tubo y empieza a funcionar. El corazón cuenta con cuatro cavidades y late a razón de unos 180 latidos por minuto. A partir de este momento bombeará sangre y oxígeno a través del cuerpo del bebé, que mide cuatro centímetros y pesa alrededor de cinco gramos.

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