Cómo gestionar el divorcio cuando hay niños menores

7 mayo 2020

En lo bueno y en lo malo; en la salud y en la enfermedad; hasta que la muerte os separe. O no. El amor puede durar para siempre pero el enamoramiento no y eso provoca que, muchas parejas decidan poner fin a la convivencia. Si la familia la forma solo el matrimonio divorciarse es, relativamente, sencillo, la cosa se puede complicar cuando hay hijos. Entonces, la pregunta es: ¿cómo gestionar el divorcio cuando hay niños menores?

Concretamente en España la tasa de rupturas matrimoniales en 2018 se situó en 2,1 por cada mil habitantes, un total de 99.444 parejas. Cabe señalar que entre las comunidades autónomas en las que las parejas más cesaron su convivencia está la Comunitat Valenciana, Ceuta y Cataluña donde la tasa se sitúa en el 2,4. Lo positivo de estos datos es que la mayoría de ellos se resolvieron de forma amistosa. Esto es importante, sobre todo si hay niños de por medio.

Cómo gestionar el divorcio cuando hay niños menores

Separarse de mutuo acuerdo resulta más económico pero limar asperezas en temas como la custodia de los hijos, el pago de los gastos, el uso del domicilio familiar, etc. puede generar conflictos irresolubles. Entonces las parejas acuden vía contencioso a solucionar estos detalles y es el juez el que toma la mejor decisión de acuerdo con lo que entiende más justo y equitativo y siempre intentando proteger el interés de los menores.

Independientemente de si el régimen de visitas es de custodia compartida como custodia para uno de los progenitores, lo más importante es siempre mirar por el bien de los hijos, ya que ellos son los más perjudicados de esta nueva situación. Para los menores la ruptura de sus padres suele ser un hecho inesperado que genera una ruptura en su estabilidad. Por ello, los padres deberán estar pendientes de las reacciones que puedan tener, independientemente de la edad que tengan.

Algún tipo de regresión en los más pequeños (chupete, mearse en la cama, rabietas...); estar más distraídos en el cole, irritables, pensativos o callados cuando son más mayores... pueden ser algunos de ellos. También el hecho de que el niño se sienta triste, culpable por la situación o demuestre ansiedad.

A esto se suma el hecho de que en muchas ocasiones los menores presencian discusiones de los padres, en ocasiones fuertes broncas. También les afecta el hecho de que alguno de los dos progenitores les hable mal del otro, sobre todo si son pequeños, ya que tienden a creer a sus padres y este tipo de mensajes les confunden y generan rechazo causando más daño al menor, lo que se conoce como el síndrome de alineación parental (SAP).

Cómo gestionar el divorcio cuando hay niños menores

Claves para que los menores sobrelleven mejor el divorcio

Entre las claves para ayudar a gestionar el divorcio cuando hay niños menores está mantener una comunicación fluida con ellos, explicándoles lo más sencillo posible la situación. Lo mejor es intentar hacerlo de forma conjunta. Si no es posible, por lo menos mandar un mismo mensaje y evitar hablar mal del otro.

Según los expertos, la comunicación tiene que ser clara, concreta, sin dar mucho detalle y sin mentiras. Hay que recordar que el hecho de que el matrimonio no funcionara no significa que no hubiera amor en él. Los hijos son concebidos por voluntad propia y, además, va a ser el nexo de unión entre ambos para siempre. "El hecho de que papá y mamá ya no se quieran no significa que no te quieran a ti", este es uno de los conceptos que nuestro hijo debe interiorizar, ya que es posible que llegue a pensar que "no le queremos".

Entre las principales cosas que ambos padres pueden hacer para ayudar a llevar el proceso lo mejor posible están:

  • Mantener a los más pequeños al margen de los conflictos, las broncas y discusiones acaloradas, así como los comentarios sobre los aspectos legales del divorcio
  • Reducir al mínimo la alteración de sus rutinas cotidianas
  • No practicar la el síndrome de alineación parental. No hablar negativamente del otro, ese tipo de comentarios cuando los hijos no estén delante, el desahogo debe ser con amigos y familiares pero no con los niños, ya que no pueden sufrir el resentimiento y la tendencia a echarle la culpa a la otra parte de la pareja
  • Mantenerse, los dos, implicados en la vida del niño. Acudir a festivales, reuniones de colegio, actividades extraescolares con el mismo ritmo que antes del divorcio. No es necesario que ambos padres mantengan una amistad, pero si es necesaria la cordialidad y el saber estar
  • Fomentar la sinceridad, necesitan saber que sus sentimientos son importantes para sus padres y ayúdele a expresar sus sentimientos con palabras 
  • Debemos legitimizar sus sentimientos, "sabemos que estás triste"; "sé que te sientes solo sin mamá o papá" son frases que le ayudan a saber que sus sentimientos son válidos
  • Preguntarle qué siente y cómo está. Ofrecerle tu apoyo y hablar de la mejor forma para sentirse mejor