Cómo hacer tu propio cojín de embarazo

21 septiembre 2016
Generalmente las mujeres embarazadas sufren dolores de espalda que hacen imposible dormir toda la noche del tirón. A partir del cuarto mes de embarazo conciliar el sueño puede convertirse en una tarea complicada. En muchos casos añadir una almohada extra puede ser una buena solución, sin embargo, el resultado será mucho mejor si utilizas un cojín de cuerpo completo específicamente diseñado para utilizarse durante el embarazo. Este tipo de almohadas ayuda a las mujeres embarazadas a conseguir un descanso reparador, tan necesario en esta etapa. Lo más recomendable, tanto para la mamá como para el bebé, es dormir de lado ya que ayuda a mejorar el riego sanguíneo. Preferiblemente, del lado izquierdo.  Podrás encontrar este tipo de almohadas en diferentes puntos de venta pero, ¿qué te parece si la confeccionas tú misma? Podrás hacerlo a tu medida, eligiendo las telas que más te gusten y, además, resultará mucho más económico. Uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir el material será asegurarse que el material se trata de un tejido altamente transpirable. Toma nota de aquellas cosas que vas a necesitar para hacer tu cojín de maternidad personalizado en unos sencillos pasos: Tela Máquina de coser o agujas Tijeras Algodón sintético Hilo Empezamos: Corta un rectángulo de la tela del largo que creas que vas a necesitar. Para hacernos una idea, el ancho del rectángulo debe ser del largo y medio de una almohada normal aproximadamente. Justo en el medio del rectángulo, corta una tira de por lo menos cinco centímetros. En la parte superior de la tela deja un espacio sin cortar de unos veinte centímetros. El hueco que queda en el medio de la tela es donde te situarás para dormir. Una vez tienes tu patrón cortado, cose del lado revés de la tela, ya sea a máquina o a mano. Recuerda dejar un espacio sin coser para introducir el algodón sintético. Gira la tela del lado derecho y comienza a introducir el relleno. Introduce tanto algodón como creas necesario y cose el hueco que te queda sin cerrar. Fácil, ¿verdad? También podrás utilizarla como almohada de lactancia. Cuando tu peque crezca y llegue el momento de pasarlo a la cama también puedes dejar que duerma con ella para que le acompañe si le da miedo dormir solito.