Qué debe llevar la canastilla para ir al hospital

15 abril 2015

La preparación de la canastilla provoca más de un quebradero de cabeza durante el embarazo. ¿Quieres disponer de un listado completo pero sin exageraciones? Vamos a distinguir entre las necesidades del recién nacido, las de la mami y también algunos elementos imprescindibles en la bolsa de papá.

Conviene preparar la canastilla al menos con un mes de antelación, por si el bebé llega al mundo antes de lo esperado.

La cantidad de prendas dependerá del tiempo que estés ingresada. Aquí encontrarás lo que es necesario llevar en la canastilla para una estancia de 2 ó 3 días, que es lo habitual en la mayoría de los casos.

La bolsa del bebé

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  • 4/5 bodies, el primero de manga larga, el resto dependiendo de la época del año.
  • Gorrito de algodón para proteger su pequeña cabecita en las primeras horas de vida.
  • 2/3 pijamitas de algodón o más calientes, dependiendo de la estación.
  • Peúcos.
  • Un arrullo o toquilla (una de esas palabras que todavía no sabías que existían y con las que te vas a ir familiarizando).
  • Artículos de higiene. En los hospitales públicos no es necesario, en los privados tendrás que llevar al menos pañales, crema protectora para el culete y loción hidratante.
  • Ropita para salir del hospital.

La bolsa de mamá

  • Un par de camisones.
  • Bata fina y zapatillas para tu primer paseo como mami.
  • Braguitas desechables (un toque glamour imprescindible en cualquier canastilla).
  • Sujetador de lactancia y discos protectores.
  • Bolsa de aseo.
  • Ropa para salir del hospital (¡ojo!, acabas de dar a luz, los pantalones pitillo pueden esperar).

La bolsa de papá

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¡Papá tiene que ser protagonista desde el principio! Por eso, hay una serie de cosas de las que se tiene que encargar.

  • Cámara de fotos o vídeo.
  • Documentación: El papeleo puede variar de un centro a otro. Como mínimo: DNI de los padres, libro de familia y la tarjeta sanitaria de la madre o el seguro médico.
  • Mucho amor ♥♥♥, altas dosis de paciencia y los nervios… ¡mejor en casa!