La llave mágica de las pieles atópicas

19 octubre 2016
La enfermedad crónica de la piel más común durante la infancia es la dermatitis atópica. Ya que la piel de los bebés es mucho más fina que la de los adultos, es necesario mimarla y procurar cuidarla para evitar la aparición de posibles problemas, especialmente con la bajada de las temperaturas. Si sigues una serie de pautas en el cuidado de la piel de tu pequeño notarás una gran diferencia.  La piel atópica afecta cada año a un número mayor de bebes y de niños. Según la Asociación Española de Pediatría afecta a entre 1 y 2 bebes de cada 20 en España. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cual es la causa de este incremento de casos aunque algunos apuntan a los cambios de dieta establecida durante el embarazo y durante la lactancia, la presencia cada vez mayor de antioxidantes en los alimentos y otras sustancias nuevas que rodean al bebe y que puede producir una mayor reacción inflamatoria ante la presencia de alérgenos. Los síntomas van desde el enrojecimiento, la escamación hasta el prurito o picor pudiendo sufrir empeoramiento por infección de bacterias dando lugar a lo que se conoce como eccema impetiginizado. Desafortunadamente para los bebes que la padecen, durante el sueño nocturno los síntomas pueden empeorar por causas hormonales produciendo un sueño fraccionado y poco reparador. Los mayores enemigos de los niños con pieles atópicas son el calor y la sudoración. Por ello, los especialistas aconsejan no abrigar excesivamente mientras duermen. El tejido técnico microperforado 3D de la funda de los colchones de cuna BabyKeeper favorece altamente la disipación del calor, convirtiéndolo en el mejor aliado para piel de tu bebé. Para ayudar a las pieles atópicas de los bebés, todos y cada uno de los productos BabyKeeper, cuentan con la tecnología exclusiva Dermawell que se trata de un doble agente capaz de acabar con la barrera de los microorganismos. Esta tecnología está especialmente indicada para niños con pieles sensibles. Desde ESCI se ha trabajado 1 año para que la principal bacteria que coloniza el eccema desaparezca del colchón del bebe.  Tomás Zamora, responsable de innovación de ESCI, explica que "el doble efecto Dermawell constituye una pequeña revolución en aquellos pacientes cuyas cunas son portadoras de bacterias. Un gesto tan simple como lavar la funda del colchón BabyKeeper y dejarla secar al sol, puede conseguir esterilizar prácticamente al 99% la cama del bebe evitando el empeoramiento del prurito y mejorando así el sueño y la salud del bebe". Un  grupo de investigación Español presentó recientemente un estudio con 28.000 bebes que ponía de manifiesto que aquellos lugares con falta de sol y especialmente húmedos disparaban los casos de piel atópica. Sin duda el sol puede alumbrar el éxito de los futuros tratamientos asociados a la piel atópica. Por otro lado, entre los agentes externos que podemos controlar, la temperatura del dormitorio es uno de los factores que pueden influir en la piel. Para conseguir una temperatura adecuada, los expertos del Instituto Europeo de la Calidad del Sueño indican que la temperatura ideal estará entre 18 y 22 grados. Además, BabyKeeper cuenta con el certificado OEKO-TEX clase 1 asegurando que no se han utilizado sustancias nocivas en la elaboración del producto. Garantiza la biocompatibilidad con el organismo, la piel y las mucosas del bebé. Por ello, el colchón está especialmente indicado para estar en contacto incluso con las pieles más sensibles, atópicas o tendentes a desarrollar alergias, la llave mágica de la dermatitis atópica.