Las siestas en el bebé

15 septiembre 2020

La siesta del bebé. Ese momento de paz, ese oasis de silencio en mitad del día que nos da un paréntesis a las mamás y papás para adelantar tareas, relajarnos o incluso echar nuestra propia cabezadita. Pero ¿sabes cómo de importantes son las siestas en tu bebé?

Beneficios de la siesta 

Ya hemos hablado largo y tendido de la importancia del descanso infantil. El sueño es vital en los niños, tanto como la alimentación. Por eso, durante los primeros años de vida, la naturaleza dedica tanto tiempo al descanso. Al cumplir los dos años, tu bebé habrá dormido una media de 8.600 horas. Según los expertos, es importante que insistamos en que nuestros hijos duerman la siesta, por lo menos, en los cinco primeros años de vida.

Recientes estudios sobre la siesta en los más pequeños, concluyen en lo siguiente:

  • La siesta ayuda a retener lo aprendido, pues favorece un nivel avanzado de aprendizaje conocido como abstracción, encargada de la comprensión y predicción lingüística. Es decir, les ayuda a desarrollar la capacidad de reconocer nuevas palabras y estructuras más complejas como frases, fomentando que el bebé empiece a hablar antes.
  • Ayuda también a consolidar la memoria declarativa, encargada de evocar datos de forma consciente y los recuerdos en niños de entre seis meses y un año.
  • En definitiva, los niños que duermen siesta muestran mayor facilidad para el aprendizaje.
  • Desarrollan también un mayor rendimiento psicosocial, pues se encuentran de mejor humor. Después de la siesta se encuentran descansados y felices para afrontar con energía el resto del día.
  • Dormir la siesta reduce también la hiperactividad, ansiedad y depresión de los niños.
  • Les ayuda a descansar mejor por la noche, pues evita que lleguen agotados a la hora de acostarse y tengan por ello dificultad para conciliar el sueño.

¿Cómo ayudar a tu bebé a dormir sus siestas?

¿Cuándo es mejor que duerma la siesta?

  • Busca identificar las señales que indiquen que tu bebé tiene sueño: irritabilidad, bostezos, restregamiento de ojos… Ese es el momento de acostarlo, si esperas demasiado puede que le cuesta más dormir por el agotamiento.
  • Intenta que duerma siempre las siestas a las mismas horas. Del mismo modo que durante la noche, es importante crear una rutina horaria estable para que su reloj interno funcione sin problemas. Esto le ayudará a dormirse antes y mejor.
  • Es mejor que no duerma la siesta muy tarde, pues puede influir negativamente al sueño nocturno.

¿Cómo debe hacer siesta el bebé?

  • Utiliza la misma rutina de sueño que uses durante la noche: cantarle, mecerle, darle su chupete...
  • Del mismo modo, es aconsejable que siempre duerma en la cuna, así la relacionará con el sueño y le resultará más fácil quedarse dormido.
  • No dejes la habitación completamente a oscuras ni en total silencio. Es bueno que haya algo de luz y ruido ambiental para que el bebé sepa diferenciar las siestas del sueño nocturno.
  • Si va a la guardería, infórmales de sus horarios de siesta, para que intenten mantenerlos en la medida de lo posible.

¿Cuántas horas de siestas suelen dormir?

La cantidad de horas que duerme un bebé, así como la longitud y frecuencia de sus siestas, va a depender de su edad. Los bebés recién nacidos tienen períodos de sueño más cortos y frecuentes y, conforme van creciendo, se van alargando poco a poco hasta que consiguen dormir toda la noche “del tirón”.

No existe un patrón horario preciso que encaje en todos los niños, las necesidades de sueño son muy individuales. Pero existen algunas pautas por edad que pueden orientaros para conocer y controlar el descanso del bebé:

  • Hasta los 2 meses los bebés duermen entre 7 y 9 horas durante el día, divididas en de 3 a 5 siestas.
  • De los 3 a los 4 meses necesitará unas 3 o 4 siestas, con las que dormirá entre 4 y 8 horas.
  • Entre los 5 y los 8 meses bajará a 2 o 3 siestas, que sumarán unas 3 o 4 horas de sueño.
  • Entre los 9 y los 12 meses quedarán en 1 o 2 siestas y un total de 2 o 3 horas de sueño diurno.
  • Entre los 19 y los 24 meses, mantendrá 1 o 2 siestas, pero bajarán a 1 o 2 horas.
  • Entre los 24 meses y los 5 años lo ideal es que sigan durmiendo la siesta de después de comer, de al menos 30 minutos.

En definitiva, durante la primera infancia las siestas son prácticamente tan importantes como el sueño nocturno. Manteniendo unas sencillas pautas adaptadas a los ritmos y necesidades de nuestro bebé, podremos cuidar de su descanso también durante el día y ayudarle a así mejorar su capacidad de desarrollo y aprendizaje.