Revisiones y vacunas del bebé en el primer año

9 febrero 2021

Los primeros meses de vida son clave en el desarrollo del bebé, por eso las visitas al pediatra para las revisiones médicas y la vacunación serán frecuentes. Hoy os hablamos de las revisiones y vacunas del bebé en el primer año.

¿Por qué es importante la vacunación?

Empecemos por lo primero y más importante: es necesario vacunar a nuestros hijos. Las tendencias residuales anti vacunas que afloran en la actualidad no constan de ninguna base científica y solo provocan un aumento en las infecciones de enfermedades que, hasta hace muy poco, estaban técnicamente erradicadas.  

Todos los médicos, especialmente los pediatras, así como las organizaciones de todos los ámbitos de salud, recomiendan la vacunación de nuestros hijos. El objetivo es evitar la propagación de infecciones que pueden resultar mortales o provocar secuelas y discapacidades para toda la vida. Además, vacunar a nuestros hijos protegerá a los niños que estén a su alrededor y que no puedan ser vacunados por cualquier motivo de salud.  

Es por ello que existe un calendario de vacunación recomendado por el Ministerio de Sanidad, aunque las competencias finales las tiene cada Comunidad Autónoma. Por tanto, será nuestro pediatra quien le pondrá a nuestro bebé las vacunas necesarias según llegue el momento. También nos informará de las vacunas que no están incluidas en el calendario obligatorio pero que son recomendables.  Así nuestro hijo crecerá sano y evitará enfermar a los niños que formarán parte de su entorno en el futuro. 

Revisiones y vacunas del bebé en su primer año

Durante el primer año es cuando más vacunas recibirá nuestro bebé, puesto que las defensas que recibe de su  madre se van perdiendo poco a poco. Por tanto, para que nos entendamos, debemos “reinmunizar” a nuestro hijo. Sin embargo, las visitas al pediatra durante el primer año  de nuestro hijo no deben reducirse a las vacunaciones.

Revisiones y vacunas del bebé de 1 a 3 meses

En los primeros días de vida, incluso, debemos llevarle a que le realicen en el centro de salud una exploración completa. Servirá para comprobar que no haya ninguna alteración ni signo temprano de enfermedades que se pueden tratar de forma precoz, como la displasia de caderas.  

Su pediatra y enfermera/o son quienes realizarán el seguimiento del peso y talla durante toda su infancia; y del perímetro craneal durante el primer año de vida. Cada niño es diferente, con pesos y tallas distintos. El pediatra anotará estos datos en unas gráficas que indicarán si nuestro bebé  se encuentra dentro de los rangos normales o hay alguna alteración que debe estudiar (bajo peso o exceso de peso,  perímetro craneal aumentado…). Una vez cumplido el primer mes, debemos volver a visitarle para concretar el calendario de vacunaciones (que veremos a continuación), y continuar comprobando su desarrollo psicomotor

Según el calendario de vacunación del Ministerio de Sanidad, en el segundo mes de vida, nuestro hijo empezará su inmunización. Se le vacunará contra la Hepatitis B, la Difteria, Tétanos y  Tosferina acelular (que están incluidas en el mismo pinchazo),  la Poliomelitis, la Haemophilus influenza y el Neumococo.  

Puede parecer mucho para empezar, pero hay que tener en cuenta que seis de estas vacunas se administran juntas,. Sólo recibirán dos pinchazos (que notará aún menos si le damos el pecho durante el procedimiento). Es necesario que le empecemos a proteger contra tantos gérmenes porque pueden provocar enfermedades muy graves como la meningitis o la polio, por suerte prácticamente erradicadas gracias a la vacunación.  

Una nueva visita al finalizar el primer trimestre es también recomendable para valorar y comprobar su correcto desarrollo. Además, nuestro bebé recibirá una segunda vacunación de estas mismas enfermedades a los cuatro meses y una tercera dosis a los once meses. Con las vacunas por triplicado, nuestro bebé estará cubierto de todas estas enfermedades para siempre. Con la excepción de la Poliomelitis, cuya recomendación es repetir a los seis años. 

De 4 a 6 meses

Por otro lado, a los cuatro meses también recibirá, según el calendario para 2020, la vacuna del Meningococo C, junto con la segunda dosis de las  ya comentadas anteriormente.  

Cuando nuestro bebé cumpla el medio año, el pediatra le  realizará una nueva valoración psicomotriz. También nos informará de lo que tenemos que ir preparando en nuestro hogar para evitar accidentes, puesto que pronto comenzará a  mantenerse erguido y puede que a gatear y a agarrar objetos  con la mano. Por tanto, deberemos proteger los enchufes, esquinas de muebles bajos y a evitar poner a su alcance objetos pequeños o punzantes con los que se pueda dañar.

Revisiones y vacunas del bebé de 6 a 9 meses

Durante el tercer trimestre el consejo siempre es que acudamos al pediatra cuando él nos lo indique o si nuestro hijo tiene algún problema que observemos y que precisa de atención médica. A estas alturas, gracias a nuestra intuición  y a los consejos que nos haya dado nuestro pediatra, ya  sabremos distinguir entre concertar una cita con él o acudir a  urgencias, por tratarse de un problema más grave. 

De 10 a 12 meses 

Con la segunda dosis del Meningococo C, a los doce meses,  finalizaremos el primer año de vacunaciones. También se le administrará unto con la  llamada “triple vírica”, que incluye el sarampión, la rubeola y  la parotiditis, más conocida como “las paperas”.  

Y con esto, básicamente, cubriremos las revisiones y vacunas del bebé en el primer año. No está de más insistir en que estas son las vacunas recomendadas por el Ministerio de Sanidad para 2020. Debemos considerar también las recomendaciones de nuestro pediatra sobre las vacunas optativas, que no están incluidas dentro del calendario vacunal.  

Con responsabilidad y sentido común podemos evitar que vuelvan a reaparecer enfermedades que, gracias a los avances médicos, se encuentran en la actualidad virtualmente erradicadas.