Las noches sin dormir son un rito de iniciación por el que atraviesa la mayoría de los nuevos padres, pero no te desanimes. Si no has podido dormir bien ni una sola noche desde que nació tu bebé, no eres el único. Te contamos algunos TIPS para ayudar a que tu bebé duerma por las noches del tirón.
El ritmo de sueño en el bebé
Los bebés recién nacidos duermen 16 horas o más por día, pero a menudo en períodos de tan solo unas cuantas horas por vez. Si bien el patrón puede resultar errático al principio, un horario de sueño más uniforme surgirá a medida que el bebé madure y pueda pasar más tiempo sin alimentarse.
A los 3 o 4 meses, muchos bebés duermen al menos cinco horas seguidas. En algún momento durante el primer año del bebé (cada bebé es diferente) comenzará a dormir durante aproximadamente 10 horas por noche.
En tu habitación, pero en su cuna
Lo ideal es que tu bebé duerma en la habitación contigo, pero solo en una cuna, un moisés u otra estructura diseñada para el sueño infantil, durante al menos seis meses y, si es posible, hasta un año. Esto podría ayudar a reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita en recién nacidos.
Las camas para adultos no son seguras para los bebés. El bebé puede quedar atrapado y sofocarse entre los listones de la cabecera, en el espacio entre el colchón y la estructura de la cama o en el espacio entre el colchón y la pared. Un bebé también puede sofocarse si uno de los padres dormido se mueve por accidente y cubre la nariz y la boca del bebé.
Desde Babykeeper sabemos muy bien cuál es la firmeza que debe tener el colchón de tu bebé, así como la calidad de los tejidos, las tecnologías que le ayudan a superar la plagiocefalia y la transpiración capaz de minimizar los riesgos por muerte súbita del lactante.
Hábitos e higiene del sueño
Durante los primeros meses, la alimentación en el medio de la noche seguramente interrumpirá el sueño tanto de los padres como de los bebés, pero es una buena idea ayudar a que tu bebé duerma bien desde el comienzo. Intentamos ayudarte con estos consejos:
- Respeta su rutina a la hora de acostarlo en la cuna. La sobreestimulación por la noche puede dificultar que tu bebé se tranquilice para dormir. Prueba a bañarlo, acurrucarlo, cantarle, tocar música tranquila o leerle, con un punto final claramente definido cuando sales de la habitación. Empieza estas actividades antes de que tu bebé esté demasiado cansado en una habitación tranquila y con poca luz.
- Deja al bebé en la cuna antes de que esté completamente dormido. Esto ayudará a que el bebé asocie a la cama con el proceso de quedarse dormido. Recuerda colocar al bebé boca arriba para que se duerma y retirar de la cuna los muñecos u otros elementos blandos.
- Tu bebé necesita un tiempo para “encontrar la postura”. Es posible que tu bebé esté inquieto o llore antes de encontrar una posición cómoda y quedarse dormido. Si el llanto no cesa, controla al bebe, ofrécele palabras reconfortantes y sal de la habitación. La tranquilidad de tu presencia puede ser todo lo que necesita el bebé para quedarse dormido.
- Prueba con chupete. Si tu bebé tiene problemas para acomodarse, un chupete puede ser la solución. De hecho, se ha sugerido en investigaciones que usar un chupete durante el sueño ayuda a reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante.
- Evita la dependencia en el cuidado durante la noche. Cuando el bebé necesite cuidados o alimentación durante la noche, mantén las luces atenuadas, habla bajo y muévete con tranquilidad. Esto indicará al bebé que es momento de dormir y no de jugar.
- Las preferencias de tu bebé son importantes. Si el bebé se duerme tarde o se levanta muy temprano, es recomendable que regules las rutinas y los horarios según estos patrones naturales.