Se acaban las vacaciones, y seguro que muchos de vosotros os enfrentáis al reto de llevar a vuestro pequeño a la guardería por primera vez. Lo normal es que éste sea un gran cambio para vuestro hijo, pero sobre todo para vosotros, que acostumbrados a pasar con él las 24 horas del día, tenéis que dejarlo al cuidado de unos «desconocidos».
Esta situación genera inseguridades en los padres, que se acaban transmitiendo a los hijos, y que hacen el proceso más costoso y amargo de lo que debería ser. Por eso, hoy os traemos una lista de consejos para que os sintáis más seguros, y tanto vosotros como vuestro pequeño afrontéis esa primera separación, lo más preparados posible:
– Unos días antes de que vaya a la guardería, y si el bebé no es demasiado pequeño, explícale con detalle el sitio al que va a ir. Puedes utilizar algún vídeo o libro para hacerlo, de manera que el pequeño se familiarice con los conceptos de clase y guardería. No dudes en contárselo varias veces hasta que lo entienda.
– Si tu bebé no está acostumbrado a pasar tiempo con otros niños, es importante que empiece a hacerlo un poco antes de ir a la guardería. De esta manera, no será tan grande el impacto de compartir un espacio en el que estaba solo, con otros compañeros. Para conseguirlo, puedes quedar con otros amigos que tengan hijos de la misma edad, y dejar que tu hijo interaccione con ellos sin que tú intervengas demasiado o estés todo el rato dirigiendo sus movimientos.
– Conoce los horarios de comidas y siesta de la guardería a la que vas a llevar a tu hijo, y si son diferentes a los tuyos, empieza a hacer que tu hijo se adapte a ellos antes de el primer día.
– Si tu pequeño tiene «mamitis» o «papitis» y llora cuando está con otras personas, es importante que empiece a pasar tiempo separado de sus padres. Puedes empezar dejándolo con otros familiares durante unas horas, hasta acabar dejándolo toda la tarde o incluso el día entero.
– El primer día de guardería, vosotros vais a estar más nervioso o tristes que el pequeño, pero es importante que él no lo note. Si él os ve sonrientes, contentos y seguros, se sentirá también más tranquilo y confiado.
– Es importante que vuestro hijo vea que tenéis una buena relación con las personas que le van a cuidar a partir de ahora. Por eso, no dudéis en sobreactuar en este sentido, abrazando o incluso besando a su profesora, para que el pequeño note que es una persona cercana en la que vosotros confiáis.
– Y por último, ha llegado el temido momento de separarse. Aunque pueda parecer una buena idea, no es conveniente irse a hurtadillas o con disimulo para que el bebé no os vea, porque puede pensar que lo estáis abandonando. Por mucho que duela, hay que despedirse de él con una gran sonrisa. Y es que no es para menos, tu pequeño se ha hecho mayor e inicia una nueva etapa en la que va a aprender y compartir cosas maravillosas.