Preguntas Frecuentes

Aquí tienes una listas de las preguntas más frecuentes que nos hacen nuestros clientes. Si aquí no encuentras tu respuesta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través del apartado de contacto, o por el chat.

Uso, limpieza y mantenimiento

Se recomienda no utilizar ningún colchón para bebés durante más de 3 años.

El colchón Babykeeper® está diseñado para posicionar el bebé sobre la tapa de color blanco. Los ensayos con bebé maniquí han demostrado que el uso de sábanas bajeras pueden reducir ostensiblemente la capacidad que tiene el colchón para ventilar el microclima que rodea al bebé. Es posible usar la funda a modo de sábana, por lo que es recomendable tener una funda de repuesto. El uso de fundas ajenas a Babykeeper® no asegura la reducción de riesgos. El mecanismo de seguridad de Babykeeper® se basa en su capacidad para intercambiar aire y no retener ni el CO2 ni el exceso de calor, por lo que usar láminas impermeables perjudica dicho intercambio. Si se observa una mancha o se percibe que ha habido un derrame, simplemente se puede lavar el núcleo y la funda. Para mantener las condiciones higiénicas del colchón se recomienda un lavado cada dos o tres días.

No se debe poner el núcleo directamente en contacto con el bebé ya que su estructura de poro abierto le confiere un acabado áspero para su piel.

No recomendamos dejar el núcleo expuesto a la luz solar ya que está compuesto por un material fotosensible y perdería color por oxidación.

La forma más cómoda y rápida de lavar el núcleo es meterlo en la bañera y enjuagarlo con agua del grifo. Es importante que esté totalmente seco antes de enfundarlo de nuevo.

Sí, el tejido de la funda puede meterse en la lavadora junto con el resto de la colada. Recomendamos no utilizar proceso de lavado de más de 30ºC. Es recomendable que el secado sea lo más natural posible. Es importante asegurarse de que el cursor de la cremallera no queda dañado después de cada lavado. No se debe usar suavizante ya que los colorantes y/o aromatizantes que se utilizan en algunos suavizantes pueden generar alergias indeseadas en el bebé.

Tanto la funda como el núcleo son fáciles de limpiar y de secado rápido, por lo que es muy sencillo mantener el entorno de descanso del bebé en las mejores condiciones higiénicas. Al ser fácilmente lavable permite poder cambiarlo de ambiente sin riesgo de proliferación de bacterias. 

Pese a que se ha avanzado mucho en el tratamiento de materiales con agentes fungicidas, antibacterias y antiacaros, la opción del equipo de investigadores que ha desarrollado Babykeeper® ha sido eliminar agentes químicos no deseables en el producto y en sus componentes. De esta forma se ha conseguido el certificado OEKOTEX clase 1 que asegura que no hay toxicidad para los rangos de sensibilidad del bebé. Como medida de protección biológica, sus materiales son 100% lavables con un secado en tiempo récord. Un lavado supera con creces la salubridad que ofrece cualquier tratamiento químico aplicado a los productos de consumo. La mayoría de colchones del mercado o no se pueden lavar o sólo se puede lavar la funda con tiempos de secado extremadamente largos. Un núcleo antiguo o reutilizado que no se puede lavar acumula ácaros y otros organismos y se ha establecido por los expertos como factor de riesgo de muerte súbita. Además, Babykeeper® se envasa al vacío para evitar contaminantes potenciales durante el almacenamiento y la distribución llegando a punto de utilización en las mejores condiciones.

Una vez abierto, comprobar que el modelo y medida del producto recibido coincide con tu pedido.  Además, revisar con atención que el colchón no presenta ningún defecto (mancha, descosido …). Si se detecta alguna anomalía, comunícalo inmediatamente a Babykeeper® mediante los canales de contacto: aquí.

Cualquier desperfecto detectado en el momento de desembalarlo debe ser comunicado a Babykeeper® antes de 24 horas desde el momento de la apertura. A partir de ese periodo, cualquier desperfecto se entenderá que ha sucedido por uso indebido del usuario y su reparación conllevará un coste proporcional.

 En caso de detectar algún desperfecto se deberán aportar pruebas para que desde el departamento de calidad comprueben lo sucedido.

Al tratarse de unproducto sanitario, el colchón de cuna Babykeeper® viene totalmente higienizadoy preparado para que ser utilizado, sin necesidad de ser lavado previamente. 

Si se desea lavar la funda antes de ser utilizado, se tiene que lavar siguiendo encarecidamente las instrucciones de lavado que vienen con el colchón. Tanto en la etiqueta como en el manual de utilización del producto indica como proceder de forma correcta.

A tratarse de una prenda delicada, es importante lavar la funda correctamente para conseguir una mayor durabilidad de esta.

Si se desea lavar a mano, no frotar para no dañar las impresiones de la funda.

No se debe usar suavizante ya que los colorantes y/o aromatizantes que se utilizan en algunos suavizantes pueden generar alergias indeseadas en el bebé.

 En el caso de no seguir estos pasos en el lavado de la funda, Babykeeper® no se hará responsable de las incidencias que se puedan ocasionar.

Hacemos todo lo posible para asegurarnos que recibes correctamente los productos que has pedido y no fallarte. Sin embargo, si te llega algún artículo que no es el comprado, por favor, contáctanos y haremos lo posible para hacerte una reposición y entregarte el producto correcto. Los gastos de cambio correrán a cargo de BabyKeeper® siempre y cuando haya sido un fallo en el proceso o preparación de envío. Si es un fallo en la elección del producto, el cliente asumirá los gastos.

Se debe de almacenar enrollado y envasado al vacío si el periodo de tiempo que va a estar sin usar es inferior a dos meses. Se debe evitar también la presencia de agua o humedades, polvo, presencia de ácaros, cambios bruscos de temperatura, pesos sobre la caja mayores de 50kg o exposición directa al sol.

En el caso de que este periodo vaya a ser superior a dos meses, se recomienda abrir la bolsa de vacío y almacenarlo desenrollado, evitando pesos sobre el colchón que pudiesen deformar permanentemente la planitud del colchón. También se debe evitar la presencia de tejidos o elementos próximos que hayan sido usados por animales de compañía.

Durante el proceso de fabricación los materiales utilizados por BabyKeeper® se someten a un estricto control de calidad que asegura un comportamiento correcto de los materiales y un control de contaminantes tales como polvo, ácaros y bacterias. Para evitar una contaminación no controlada, el producto se comprime y se sella. Además, el colchón BabyKeeper® se sirve enrollado para que resulte más cómodo de llevar por el cliente final. Es deseable que el producto se abra en casa y se lea el manual de uso (presente dentro de la bolsa). Si el producto permanece enrollado más de lo necesario tardará más tiempo en volver a su forma original.

El núcleo del colchón BabyKeeper® se puede lavar perfectamente y no retiene humedad. Para acelerar el secado puede utilizarse un secador siempre con aire frío. También es aconsejable agitar el núcleo enérgicamente para que se desprendan las gotas adheridas a sus celdas. Tras su lavado se debe dejar el núcleo en un lugar expuesto a una ventilación natural. Estando expuesto a una re-circulación de aire natural el colchón BabyKeeper® debería estar perfectamente seco en cuestión de 3-4 horas.

La altura de los diferentes modelos es la siguiente:

BabyKeeper®: Altura 6,8 cm

BabyKeeper® Therm: Altura 6,8 cm

BabyKeeper® Pro: Altura 7,5 cm

No, por su característica de Producto Santiario la forma del colchón BabyKeeper está estandarizada y no puede cambiarse

Debido a la porosidad del núcleo del colchón BabyKeeper®, éste puede situarse sobre cualquier superficie (incluso sobre una tabla de madera) ya que es capaz de airearse perfectamente por los laterales. Cabe destacar que, por el contrario, el colchón si puede perder sus propiedades si se cubre con una sábana cualquiera, por ello es importante utilizar la funda que viene con el colchón a modo de sábana.

La limitación de uso del colchón BabyKeeper® no se establece por edad ni por peso, sino por tamaño. Dependiendo del tamaño de su bebé será recomendable o no el uso de BabyKeeper®. De todos modos de forma general el colchón de cuna no suele utilizarse más allá de los 2-3 años.

Salud y descanso

Este producto se ha creado bajo unos estrictos controles de calidad para poder ser certificado como producto sanitario. Más información en Garantía de Calidad > Certificados

La firmeza no debe ser sinónimo de rigidez, pero sí de seguridad. La falta de firmeza es un factor de riesgo de muerte súbita. Un colchón blando potencia el aislamiento térmico, la encapsulación de las vías respiratorias y la postura estática. El colchón Babykeeper® es uno de los colchones para bebés con firmeza media-alta con más garantías de durabilidad y resistencia del mercado. El bebé inicia el hábito del sueño antes de nacer, sobre los 7 meses de embarazo. Cuando nace el bebé necesitará entre 15 y 18 horas de sueño en los primeros meses y su estructura del sueño será diferente a la de un niño o un adulto. Por ejemplo, la fase REM es más larga en los bebés de menos de 2 años, durando casi el 50% del total del sueño efectivo, mientras que en un adulto la fase REM con suerte será del 25%. La etapa REM es crucial para el desarrollo cognitivo y neuronal, mientras que las fases de onda lenta (sueño profundo) se relacionan con la regeneración celular y la recuperación física. No obstante estas fases no son continuas sino que mantiene ciclos de entrada y salida de fase llegándose a registrar entorno a 5-6 fases diarias en un bebé. La fase REM también se llama sueño paragógico porque pese a ser muy activa y parecer profunda cualquier estresor o perturbación puede sacar al bebé rápidamente del REM, perdiendo cuanto menos un 20% del desarrollo cognitivo programado para esa noche.

La postura prono se ha relacionado de forma muy clara con una mayor probabilidad de muerte súbita, hasta que no se conozcan con exactitud la relación entre la postura y la parada respiratoria, en ningún caso se recomienda usar una postura prono por prudencia. Sin embargo, el colchón Babykeeper® se ha diseñado para que en caso de que el bebé se mueva y finalmente acabe en una postura prono (cuando hay movilidad es la postura más estable y es probable que sea la postura que el bebé encuentra más cómoda y natural), no se multipliquen los riesgos consiguiendo una ventilación del CO2 expirado, una correcta evacuación del calor, eliminando elementos no firmes de las vías respiratorias, permitiendo al bebé respirar a través del colchón, incluso evacuando posibles líquidos como la regurgitación, la diarrea, etc. que pueden obstruir a las vías respiratorias.

La Asociación Americana de Pediatría propone los siguientes consejos para aumentar la seguridad del bebé. Posicionar al bebé en posición supino en todos los sueños (asegurar que todos los cuidadores del bebé conozcan esta norma ya que el cambio de hábitos posturales aumenta el riesgo de muerte súbita). Usar superficies firmes. Es recomendable compartir habitación con el bebé pero no compartir la cama. Mantener fuera de la cuna elementos sueltos y/o blandos tales como muñecos, almohadones, ropa, etc. Durante el embarazo acudir al ginecólogo de forma regular. Evitar presencia de humos de tabaco tanto en el embarazo (fumador y fumador pasivo) como después del nacimiento. Evitar el uso de alcohol y de drogas tanto en el embarazo como después del nacimiento. Se recomienda la lactancia materna. Se recomienda el uso del chupete tanto durante la siesta como en el resto de sueños. Evitar el sobrecalentamiento del bebé (por exceso de ropa, mantas o climatización).

El SMSL está relacionado con factores exógenos como sobrecalentamiento, inhalación tóxica, apneas prolongadas, reflujos gastroesofágicos o lecho con firmeza inadecuada. El ESCI (European Sleep Care Institute) lleva años investigando la forma de reducir el impacto de cada uno de estos factores exógenos, y del resultado de sus estudios ha nacido este nuevo colchón de cuna. Gracias a los materiales utilizados en la elaboración de este producto y a sus características intrínsecas se consigue reducir el riesgo de muerte súbita en el lactante actuando sobre los diferentes elementos clave. Para saber más sobre estos materiales visita la sección de “Características del producto”

No se puede evitar ya que no se conocen todas las causas que lo provocan, pero sí que se puede reducir el riesgo.

La muerte súbita del lactante es un síndrome, es decir, con los medios existentes hoy día no se ha encontrado todavía una explicación concreta que aclare porque el bebé ha dejado de respirar y ha fallecido mientras dormía. Tampoco hay un tratamiento 100% eficaz ni un diagnóstico preciso, aunque sí que se ha conseguido avanzar mucho en la prevención. En este sentido, los científicos han encontrado relaciones causa efecto que han permitido reconocer claramente que factores han multiplicado la probabilidad de observar una muerte súbita y precisamente estos factores son los que permiten prevenir el síndrome. Hay dos clases de factores de riesgo: los endógenos (genética, hábitos de la madre durante el embarazo, etc.) y los exógenos (los que rodean al bebé mientras duerme). Los factores exógenos son factores que estresan los sistemas nerviosos, respiratorios y circulatorios del bebé y se han relacionado con señales que, dada la inmadurez de los sistemas, los fatigan y/o los bloquean desencadenando una parada respiratoria. Estos factores son: el estrés térmico, la toxicidad del aire, la postura, la obstrucción total o parcial de las vías respiratorias y la biocompatibilidad de los productos que lo rodean (alergias e hipersensibilidad).

BabyKeeper® es el primer y único colchón de cuna certificado como producto sanitario por su capacidad para reducir el riesgo de muerte súbita en el lactante.