Llevamos un mes en casa. Cuatro semanas en las que nos ha dado tiempo de hacer deberes, manualidades, juegos infantiles, deporte… Y un sinfín de actividades para no aburrirnos. A estas alturas, parece que ya lo hemos hecho todo, y podemos bloquearnos a la hora de encontrar algo que hacer con los pequeños de casa. Por eso os proponemos una idea: reflejar y organizar todas esas actividades en un calendario. Planificarlas con antelación os ayudará a crear una agenda equilibrada para los peques y, además, será muy útil si necesitáis conseguir algún material especial. Además, seguro que luego puedes sacarle partido cuando acabe esta hibernación.
Para los más pequeños, recién nacidos y menores de dos años, hay diferentes actividades, juguetes y dibujos para fomentar su desarrollo. Bloques de construcción, pelotas de diferentes tamaños, juguetes que cuenten con piezas de figuras geométricas para introducirlas dentro, alfombras o gimnasios para bebés, etc. les mantendrán entretenidos durante horas. Dibujos animados como Pepa Pig, Juan y Tolola, Pocoyó, Calliu… Hará las delicias de los peques.
Crea un calendario con vuestra propia rutina durante el confinamiento
Lo importante es mantener unas rutinas, ya que, a pesar de estar en casa, los niños deben seguir cierta actividad escolar. En contra de lo que a veces pueda parecerles a los pequeños, no están de vacaciones, y es recomendable que mantengan un orden en los horarios, tal y como lo hacían en el cole. El confinamiento será más fácil si entre toda la familia se crea un calendario con vuestra propia rutina, en el que haya tiempo de estudiar, leer, hacer deberes, jugar, actividades físicas, ayuda en las tareas del hogar, e incluso tiempo para aburrirse.
La hora de acostarse y levantarse se puede flexibilizar. No existe esa obligación de los más pequeños de llegar a clase, pero tampoco es recomendable dejarles dormir hasta que quieran. Las 9:00 o 9:30 podría ser una buena hora para levantarse y desayunar. Si los padres han comenzado a teletrabajar antes pueden aprovechar para almorzar con los más pequeños. La hora de acostarse debería ser la misma que tendrían si no existiera este excepcional estado.
Tras el desayuno llegan las primeras actividades escolares. Se puede intercalar actividades complejas o menos entretenidas con otras más lúdicas (dibujo o manualidades) para que los más pequeños no pierdan la concentración.
La actividad física es importante. Podeís utilizar el recibidor o el pasillo como zona de juego o zona deportiva. Una pelota, una papelera o un par de cubos pueden servir para improvisar un pequeño campo de fútbol o baloncesto casero. También podéis echar mano de los clasicos, y jugar a esconderos por la casa.
Además, los más pequeños pueden ayudar a limpiar, poner y quitar la mesa, ordenar sus juguetes, regar las plantas, realizar el cambio de armario o ayudar a los papás a plegar la ropa. Colaborar en estas actividades les enseñará a ser autosufcientes y les hará sentirse útiles.
Cómo crear un calendario
Podemos utilizar un calendario para pared o crear uno nosotros mismos. Este debe tener suficiente espacio para que toda la familia pueda anotar sus actividades y es recomendable colgarlo en un lugar visible. En el calendario se anotarán los horarios y las actividades a realizar cada día, sin olvidarnos de las horas del desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Incluso las tareas de aseo personal como ducha y demás.
Para ponéroslo fácil, os adjuntamos nuestro propio diseño, con dos páginas para que podáis organizar bien la mañana y la tarde, unas cuantas actividades básicas y huecos en blanco para que lo personalicéis ajustándolo a vuestros gustos. Solo tenéis que imprimirlo, marcar las horas de cada tarea en los relojes en blanco, y recortar y pegar las fichas amarillas para conformar el horario. Una actividad perfecta para compartir con los peques.
Y vosotras, ¿Cómo os habéis organizado durante estas semanas?