¿Cuál es el momento adecuado para dar el paso de la cuna a la cama? Cada niño es un mundo, por lo que no hay reglas fijas. En muchas ocasiones, la transición tiene lugar cuando los pequeños buscan la libertad y tratan de trepar fuera de la cuna. Generalmente, la mayoría de los niños están preparados para este cambio de los 2 a los 3 años. Por otro lado, si tienen hermanos mayores, el deseo de imitar a sus hermanos les lleva a dar este paso antes que otros niños. Aunque obviamente el crecimiento es clave en este proceso ya que llegará un momento en el que tu pequeño no se encontrará cómodo en su cuna y necesitará más espacio. Realizar esta transición en un momento tranquilo es importante, ten en cuenta que se trata de un antes y un después en su vida. Dejar la seguridad que les proporciona su cuna puede ser difícil para ellos, sobretodo si al mismo tiempo están experimentando otros cambios. Por ejemplo, la llegada de un hermanito no sería el momento más adecuado. Si es tu caso, lo mejor es realizar el cambio unos meses antes del nacimiento para que no coincida con la llegada del nuevo miembro de la familia. ¿Cómo conseguir que este paso en la vida de tu hijo no afecte a sus hábitos del sueño? Llegado el momento, toma nota de estos consejos:
- Despacito y con buena letra. Se trata de un periodo de adaptación y tu hijo se acostumbrará poco a poco.
- Ubica un lado de la cama contra la pared y coloca una barrera de protección para asegurar que no se caiga al suelo y pueda hacerse daño, dejando un espacio para que el niño pueda entrar y salir.
- La cama no debe ser muy alta y sin esquinas salientes.
- La seguridad en la habitación y en la casa en general es fundamental. Ten en cuenta que en el momento en el que tu hijo pasa a una “cama de mayores” tiene libertad para entrar y salir de ella.
- Lo recomendable es no variar los horarios y mantener las rutinas a la hora de dormir en la medida de lo posible. Si leer un cuento juntos es parte de vuestra rutina, seguid haciéndolo.
- Involucra a tu pequeño en la decisión, explícale los motivos del cambio. Por ejemplo, déjale elegir las sábanas de su nueva cama, haz que sea un proceso divertido en el que participe. Hazle saber que estáis orgullosos de él y felicítale por hacerse mayor.
¿Tu hijo ya ha dado el paso de la cuna a la cama? Comparte tu experiencia con nosotros dejando tu comentario 🙂