¡Qué mejor que aprender jugando! A las pocas semanas de vida, nuestro bebé comienza a interactuar con nosotros. El juego se convierte en una de las actividades más beneficiosas que podemos realizar con el objetivo de estimular el desarrollo psicomotor e intelectual de nuestro hijo. Poco a poco irán aumentando sus capacidades y los juegos cambiarán. Te proponemos una serie de actividades con bebés de 0 a 1 año para que vayas poniendo en práctica.
Durante este primer año de vida, el juego irá destinado principalmente a la estimulación. Nuestro hijo empieza explorar e irá descubriendo, poco a poco, las partes de su cuerpo y el mundo que le rodea. Es por eso que en esta primera etapa nuestros brazos se convertirán en su primer juguete. Los mimos, las canciones, las sonrisas o cosquillas serán su principal fuente de diversión. También disfrutarán con los móviles de cuna, sonajeros u objetos que reproduzcan sonidos, de los juegos mientras se baña, etc. Podemos jugar con él a que siga con la mirada un objeto, hacerle muecas o hacer que vuele como si fuera un avión.
A partir del momento que tenga mayor movilidad, podremos ayudarle a fortalecer su tono muscular poniéndolo boca abajo e interactuando con él. En esta postura conseguirá darse la vuelta y, posteriormente, comenzar a gatear. A partir del cuarto mes comenzará a ser capaz de sujetar pequeños juguetes como sonajeros o muñecos con diferentes texturas y sonidos.
Entre las actividades con bebés de 0 a 1 año que también podemos realizar están los juegos manipulativos. Sobre todo, a partir del momento en que se mantengan sentados (aproximadamente sobre los seis meses). Por ejemplo, existen diferentes juegos Montessori como una cesta en la que pondremos diversos objetos de uso cotidiano de madera, metal, plástico, goma, algodón, etc. con ello lograremos favorecer todos sus sentidos. Dejaremos que juegue con los objetos como quiera, mientras le observaremos atentamente. También les llamará la atención las botellas, pelotas o paneles sensoriales, que podemos fabricar nosotras mismas, en las que nuestro hijo podrá manipular diferentes texturas y materiales.
Cumplidos los seis meses, nuestro bebé ya tiene mucha más movilidad, se sienta solo y comienza a desarrollar el lenguaje. Incluso cerca de los nueve meses será capaz de mantenerse erguido e, incluso, levantarse. En esta etapa podremos jugar con él a atrapar un juguete estimulando así su motricidad. Consiste en sentarnos junto a él con varios juguetes e ir alejándoselos de forma que se desplace para poder cogerlos.
Incluso podemos meterlo en una caja, con los laterales bajitos, y rodearlo de juguetes de formas que para poder cogerlos deba salir de la caja o ingeniárselas para alcanzarlos. El juego del cu-cú también les apasiona en esta etapa, y son algo maniáticos con mantener el orden de las cosas ya que es como entienden el mundo.
Entre los juguetes que en esta edad nos pueden regalar están los bloques de construcción, pelotas de diferentes tamaños, juguetes que cuenten con piezas de figuras geométricas para introducirlas dentro, alfombras o gimnasios para bebés, etc. Cuando nuestro hijo ya cuente con mayor movilidad será el momento de salir a jugar al parque y que pueda disfrutar de los columpios para bebés y la compañía de otros niños.
¿Nos contáis cómo jugáis con vuestros pequeños?