Todos los nuevos padres tenemos el mismo miedo: nace nuestro primer hijo y… ahora, ¿qué? Cada día parece una aventura en la que no sabemos quién aprende de quién. En el primer año de un bebé todo es nuevo. Tanto los padres como los hijos experimentamos una nueva sensación prácticamente cada día. Principalmente nuestros hijos, que durante las 52 primeras semanas de vida van a pasar de dormir, llorar y mamar a, posiblemente, comenzar a gatear ¡o incluso a dar sus primeros pasos! Hoy os contamos cómo se va a desarrollar vuestro bebé en su primer año de vida.
El primer trimestre del bebé
Lo primero que necesitamos es calma. Parece que no sabemos qué estamos haciendo, pero según los expertos, el instinto es capaz de guiarnos más de lo que nos creemos. Durante el primer mes, nuestro bebé no hará mucho más de lo descrito en el párrafo anterior.
El instinto y las emociones serán lo más importante en estos primeros días. Tenemos y debemos cogerle en brazos, ya que esto no va a significar que le malcriemos. Con una buena alimentación (lactancia materna a demanda o biberón, según la decisión de la madre) y mucho, mucho cariño, las primeras semanas con nuestro hijo serán increíblemente sencillas.
Durante el segundo y tercer mes, nuestro hijo experimentará cambios importantes que, aunque no lo creamos, serán fundamentales en su futuro desarrollo. De hecho, es en los dos últimos tercios del primer trimestre de vida cuando el bebé comenzará a cambiar el llanto por sonidos guturales como forma de “comunicarse” y precisará de estímulos constantes, porque comenzará a descubrir la sensación de sentirse solo.
Es más, en el tercer mes, nuestro hijo empezará a mover la cabeza y fijarse en lo que le rodea. Es por ello que la cercanía de sus padres se hace más importante que nunca, puesto que el vínculo comienza a formarse y será el inicio de su futura relación de comunicación.
Segundo trimestre del bebé
En el segundo trimestre, nuestro bebé comenzará a tener control de su cuerpo. Empezará a mantener firme su cabeza y a coger cosas con sus manos (hasta este momento, solo se centraba en coger el dedo de quien le acariciaba la palma). Durante estos 90 días, las risas formarán parte de su día a día y estará muy pendiente e influenciado por lo que sienta a su alrededor.
Los sonidos guturales se convertirán en balbuceos y es hasta probable que pronuncie sus primeras palabras al llegar a cumplir el medio año. No obstante, debemos tener claro que el desarrollo de cada bebé es diferente, solo el o la pediatra puede determinar si existe algún problema de crecimiento. Al fin y al cabo, son los profesionales quienes más saben de la salud y el desarrollo de nuestro hijo.
Al inicio del séptimo mes, estaremos acostumbrados a lo que significa la aparición de los dientes en nuestro bebé. Su musculatura estará más desarrollada y nos sorprenderemos de verle sentado con comodidad y darse completamente la vuelta cuando se encuentra bocabajo. Es importante seguir estimulándoles con juegos y ejercicios para ayudar a su desarrollo psicomotor.
El tercer trimestre del bebé
Es durante este tercer trimestre cuando más aprenderá nuestro bebé. Tocará y comenzará a manipular los objetos a su alcance e, incluso, estará más atento a las palabras que le digamos, no sólo a las sonrisas o a los estímulos táctiles. Por otro lado, alrededor del noveno mes, nuestro hijo será consciente de la relación “cercano-extraño” y mostrará signos de miedo o rechazo a las personas ajenas a su entorno.
Además, veremos los primeros gateos, aunque tampoco debemos preocuparnos si no gatea, hay niños que pasan de estar sentados a caminar directamente. Un truco para estimular este gateo es colocar a cierta distancia un objeto que llame mucho su atención o que le sea especialmente atractivo.
De todos modos, insistimos, no debemos obsesionarnos con que nuestro hijo se desplace a cuatro patas. Esto no será imprescindible para su desarrollo posterior. En cualquier caso, recomendamos comenzar a poner barreras para limitar las zonas de movimiento de nuestro bebé, evitando así caídas o que acceda a zonas a las que no queremos.
El cuarto trimestre del bebé
Alrededor del décimo mes, empezará a levantarse y a aguantarse, apoyado, de pie. Ya será habitual que le notemos masticar con bastante soltura. No obstante, debemos recordar que son muy pequeños y, por tanto, no debemos darle alimentos demasiado duros como frutos secos o demasiado grandes como uvas sin cortar hasta más adelante. ¿Cuándo dice un bebé sus primeras palabras? Este es el momento. Normalmente, serán sílabas repetidas, como “pa-pa” “ma-ma” o “te-te”, y hasta responder a saludos y demás movimientos reflejos.
En el penúltimo mes antes de su primer año, nuestro bebé comenzará a comunicarse con “órdenes” cortas como “dame” o “no” y será más fácil que entendamos su comunicación no verbal. También aprenderá a usar los dedos índice y pulgar como pinza. Comenzará a coger todo lo que encuentre en su camino, para observarlo y muy probablemente morderlo, así que es más que conveniente que nos hayamos acostumbrado a dejar fuera de su alcance cualquier objeto que consideremos peligroso.
De nuevo, son nuestro instinto y sentido común los que deben guiarnos en esta tarea y no reprenderlo con firmeza si intenta coger algo que hemos dejado nosotros por el camino. Al fin y al cabo, suya es la curiosidad y nuestra la responsabilidad, y no al revés.
Estas son algunas de las «primeras veces» que vivirás con tu bebé en su primer año. Esta etapa es una montaña rusa de emociones para nosotros y una carrera de velocidad en el aprendizaje de nuestro bebé. Pero siguiendo los consejos de los pediatras y aplicando el sentido común, llegaremos con más alegrías que sustos a celebrar el primer cumpleaños de nuestro hijo.