La dermatitis atópica se trata de la enfermedad crónica de la piel más frecuente en la infancia. La piel de los bebés es cinco veces más fina que la de los adultos, por ello, debemos mimarla y extremar los cuidados para evitar problemas, especialmente en invierno con la llegada del frío, el viento y las calefacciones dando lugar a ambientes resecos. Es una enfermedad que se presenta en forma de brotes, esto quiere decir que habrá periodos de mejoría y otros de empeoramiento. Los síntomas suelen ser placas de piel enrojecida, picor muy intenso y sequedad extrema. En los lactantes estas erupciones aparecerán generalmente en las mejillas, brazos y tórax. Cuando son más mayores es común que aparezcan en la parte interna del brazo y piernas como por ejemplo detrás de las rodillas, también en los párpados o alrededor de los labios. Esta enfermedad afecta aproximadamente al 10% de los niños en alguna etapa. Generalmente suelen sufrirlo en los primeros meses de vida. Tened paciencia papás, con la edad mejora. En pocas ocasiones se prolonga hasta la edad adulta. Entre las causas, aunque se desconocen, la herencia juega un papel importante. Es muy frecuente que estos niños tengan padres o hermanos con antecedentes de pieles con tendencia atópica o bien asma, en algunos casos relacionada con alergias al polvo. Entre los desencadenantes debemos tener cuidado con el exceso de calor y sudoración, los ambientes secos y los alérgenos como los ácaros del polvo. ¿Cómo puedo cuidar la piel de mi hijo? Tomar medidas preventivas es fundamental, anota las siguientes:
- Hidratar, hidratar e hidratar. Al menos, dos veces al día.
- No se recomiendan los baños largos (entre 5-10 minutos). Evita el agua muy caliente, mejor templada, a unos 25 grados.
- Nada más salir del baño, hidrata la piel de tu bebé dándole un masaje. Además de ayudar a la piel, le relajará y estrechará el vínculo entre vosotros.
- Se recomienda utilizar jabón de avena o con pH ácido (5,5-6).
- Utiliza ropa 100% algodón, huye de las prendas sintéticas. No le abrigues en exceso, usa siempre ropa fresca.
- Corta las uñas a tu bebé, no podrá rascarse y evitarás heridas e infecciones en su piel.
Durante los brotes, en los que la piel de tu bebé empeora, lo mejor es que acudas a tu pediatra, él sabe qué es lo mejor para su piel. ¿Cómo puede ayudar BabyKeeper a la piel de tu bebé? El exceso de calor y sudoración son enemigos de los niños con piel atópica, por ello, los especialistas recomiendan no abrigar en exceso, especialmente por las noches. Como ya sabéis, el tejido de BabyKeeper favorece la evacuación del calor, convirtiéndolo en un gran aliado para piel de tu bebé. La temperatura de la habitación es uno de los factores externos a tener en cuenta, los expertos del Instituto Europeo de la Calidad del Sueño recomiendan que sea entre 18 y 22 grados. Además, BabyKeeper cuenta con el certificado OEKO-TEX clase 1 asegurando que no se han utilizado sustancias nocivas en la elaboración del producto. Asegura la biocompatibilidad con el organismo, la piel y las mucosas del bebé. Por ello, el colchón está especialmente indicado para estar en contacto incluso con las pieles más sensibles, atópicas o tendentes a desarrollar alergias, la llave mágica de la dermatitis atópica.