Durante los primeros meses, cuando tu bebé aún es muy pequeño, lo normal es que puedas seguir haciendo algunos de los planes que hacías cuando aún no eras padre. Esto se debe a que el bebé duerme casi todo el tiempo y te permite estar, por ejemplo, tomando algo con amigos mientras el pequeño descansa en el carro. Pero llega un momento, generalmente a partir de los 6 meses, en que el bebé empieza a ser más consciente, y reclama no sólo tus cuidados sino también tu atención. Es entonces cuando tenemos que empezar a plantearnos hacer planes en los que, además de poder llevar al bebé, éste también sea partícipe de la actividad. Encontrar planes adecuados para niños de entre 6 meses y 1 año no siempre es fácil, ya que son demasiado pequeños para hacer algunas de las cosas que más les gustan a los niños, como ver una película en el cine o tirarse por un tobogán. Pero aún así, hay muchas cosas que puedes hacer para pasar tiempo de calidad con tu pequeño. A continuación, te recomendamos algunas.
Darse un chapuzón
Los bebés pueden ir a la piscina desde muy pequeños, y no sólo es que pueden, sino que también les encanta, ya que el agua les aproxima a la sensación que tenían cuando estaban en el vientre de su mamá. Esto les ayuda a relajarse, y fomenta el vínculo con los padres, ya que el contacto con el niño es total. Ir a la piscina puede ser un plan de verano o de invierno, ya que casi todos los barrios o pueblos tiene una piscina climatizada. La ventaja de esto, es que se trata de una actividad que puedes mantener con regularidad durante todo el año, y que será muy saludable para tu pequeño, ya que la libertad de movimientos que le proporciona el gua, ayuda a su desarrollo psicomotor.
Cocinar
Los niños de 6 meses todavía no pueden comer comidas elaboradas, pero eso no quiere decir que no se lo puedan pasar bien haciéndolas. La textura de la harina, el chocolate o la mantequilla puede ser muy estimulante para ellos. Además, jugar con las texturas les ayudará a desarrollar sus capacidades motoras. Pero lo mejor de todo es que vosotros también os lo podéis pasar genial cocinando en pareja, y que es un plan sencillo que puede hacerse sin salir de casa. Pizzas, tartas o pan son muy buenas opciones para cocinar con tu pequeño.
Ir de concierto
La música y los sonidos tienen un papel muy importante en la evolución intelectual y emocional de los bebés. Por eso, llevar a los más pequeños a un concierto es siempre una opción divertida, además de muy saludable. Podéis buscar algún concierto específico para niños, pero si no los hay en vuestra ciudad, también es buena opción algún concierto de música clásica o de jazz que se haga de día, al aire libre o entornos saludables para el bebé. Cuando el bebé empiece a gatear o se mantenga sentado, disfrutará no sólo de escuchar la música, sino también de interactuar con ella bailando y desarrollando sus capacidades motoras. Por eso, muchos de los juguetes destinados a niños de entre 6 meses y 1 año incorporan música y sonidos.
Ir al teatro
Existen espectáculos teatrales destinados exclusivamente a bebés, que se convierten en experiencias sensoriales y didácticas, que refuerzan los estímulos del niño y fomentan sus vínculos con los papás, ya que éstos tienen que ser parte activa del espectáculo. En este tipo de espectáculos, los colores y los sonidos tienen una presencia destacada, cobrando especial protagonismo las figuras, las marionetas o los animales. Se realizan espectáculos de este tipo en muchas ciudades, así que estad atentos a las que se programen en vuestra ciudad, pero si no encontráis ninguna, también podéis sacar el actor o la actriz que lleváis dentro y montároslo en casa por vuestra cuenta.
Al parque
Los parques y jardines son el lugar ideal para que el bebé pueda disfrutar libremente del entorno. Si os lleváis una mantita y hacéis un picnic en el césped, el bebé puede gatear mientras vosotros descansáis o leéis un libro. La etapa de gateo es muy importante para el bebé, ya que le da autonomía y le ayuda a desarrollar la visión el lenguaje y la orientación. Pero en casa el espacio es limitado, y el pequeño no siempre puede gatear a sus anchas. Por eso, el parque es un sitio ideal para que su gateo no tenga límites, mientras disfrutáis de las ventajas de pasar tiempo al aire libre.