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Recomendaciones para bañar a tu bebé paso a paso

Tras días en el hospital, es hora de regresar a casa con nuestro recién nacido. Es entonces cuando comienzan las dudas y los nervios, sobre todo si se trata del primer hijo. Sin embargo, no es complicado proporcionarle a nuestro bebé todo lo que necesita y pronto encontraremos la forma de hacerlo lo mejor posible. El momento del baño puede que sea uno de los que más agobio produzca a todos los padres, pero todo es cuestión de práctica. Te damos unas recomendaciones para bañar a tu bebé paso a paso.

Los recién nacidos se pueden bañar todos los días. Podemos convertir el momento del baño en una rutina relajante para ir a dormir. En un principio podemos probar con distintas horas del día para averiguar cuál es la que mejor se adapta a nuestro pequeño. Habrá niños que se relajen y otros que se activen con el baño. Y, aunque lo recomendable es bañarlo todos los días, tampoco es necesario hacerlo, así que la decisión queda en vuestra mano. Eso sí, debemos mantener una correcta higiene de nuestro bebé.

Podemos bañar a nuestro recién nacido desde el primer día, aunque hay que decir que determinados lugares prescriben no sumergirlos hasta que no se cura por completo el cordón umbilical. Cabe destacar que el momento del baño es perfecto para ayudarle en su desarrollo sensorial al descubrir nuevas sensaciones tanto táctiles como olfativas.

Qué debemos tener a mano

Te dejamos una lista de los útiles que tendrás que tener a mano para poder bañar y secar a tu bebé:

  1. Termómetro para el agua (la temperatura correcta está entre 36,5 y 37 grados)
  2. Hamaca de baño (si prefieres usarla, pero no es necesaria)
  3. Esponja natural
  4. Jabón pH neutro, mejor con difusor
  5. Toalla de algodón, mejor con capucha para su cabecita
  6. Crema hidratante
  7. Pañales
  8. Ropa o pijama

Recomendaciones para bañar a tu bebé paso a paso

Entre las primeras recomendaciones que se dan es calentar la habitación donde vayamos a bañar al bebé, ya sea el baño o la habitación donde tengamos su cambiador-bañera. Tras ello, comprobar que tenemos a mano todo lo necesario para bañar a nuestro bebé. La duración no deberá exceder de los minutos estrictamente necesarios para llevar a cabo el baño evitando así que el agua y nuestro niño se enfríe. Pasados unos meses podrá permanecer más tiempo y jugar en el agua. Puede que las primeras veces llore, no hay que agobiarse ya que se acostumbran y se convierte en uno de los mejores momentos del día.

Llenaremos la bañera con agua caliente, entre 36,5 y 37 grados, y bastará con unos 15-20 centímetros. Podemos ayudarnos de una hamaca de baño para poder asear a nuestro hijo o bien cogerlo con nuestros brazos.

En primer lugar, desnudaremos a nuestro recién nacido, limpiaremos bien la zona del pañal y procederemos a sumergirlo, bien colocándolo en la hamaca bien cogiéndolo. Para cogerlo, pasaremos un brazo bajo su nuca para sujetar su cabecita, su cuello y su espalda. Con la mano libre poco a poco iremos mojando todo su cuerpo, comenzando por la cabeza.

Luego pondremos el jabón neutro en la esponja natural para comenzar a enjabonarle desde la cabeza, cuello, cuerpo, brazos, piernas y, por último, los genitales.

Completado este proceso, aclararemos la esponja y le quitaremos el jabón a nuestro hijo ayudándonos de ella. Procedemos a envolverlo en la toalla, secarlo con golpecitos (sin frotar) y ya está listo para curarle el cordón umbilical, si no se le ha caído, y darle un suave masaje con la crema hidratante.

La limpieza del cordón umbilical debe realizarse desde el primer día utilizando alcohol u otras soluciones antisépticas, realizándolo tal y como los pediatras y matronas nos hayan indicado. Hay que recordar que deberemos limpiarlo en cada cambio de pañal hasta que se caiga.

Una vez completado el baño y el masaje relajante, es momento de vestir a nuestro bebé. Este puede ser un buen momento para cortarle las uñas, limpiarle los oídos, sacarle los mocos, inmortalizar el momento con fotos o vídeo, etc.

Hay que tener mucho cuidado de no dejar nunca solo a nuestro hijo ni en el agua ni en el cambiador o la cama para evitar un posible accidente. También habrá que evitar las corrientes de aire que pueden enfriarle.

Y tú, ¿Cómo te organizas a la hora del baño? ¡Comparte tus trucos en nuestras redes sociales!

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