Los bebés no son diferentes a los adultos. Sienten el calor de la misma forma que sus padres. Sin embargo, en su caso, hemos de sumar la vulnerabilidad y sensibilidad de su delicada piel. La cabeza, las axilas, el cuello, la espalda, las zonas cubiertas por el pañal y los pliegues de las piernas son las partes del cuerpo donde más acusan las altas temperaturas. En el caso de producirse una obstrucción de los canales de drenaje del sudor, el niño puede sufrir erupciones cutáneas y rojeces que le provocarían muchas molestias.
¡Toma nota de unas cuantas recomendaciones básicas, te serán de gran ayuda!
Ropa adecuada
Viste a tu niño con ropa ligera y de colores claros. Ten especial cuidado con los tejidos: el algodón es siempre una excelente opción, ya que permite que la piel respire. Los días en los que calor apriete especialmente, déjalo solo con el pañal. ¡Te lo agradecerá!
Si pese a todas las precauciones los pliegues de su delicado cuerpo se cubren de rojeces, aplícale compresas de agua que le aliviarán un poco los picores. Los dermatólogos y pediatras desaconsejan el uso de cremas y aceites.
Ambiente
Cuida que el ambiente donde está el niño permanezca fresco y que el aire circule. Si puedes elegir entre aire acondicionado y ventilador, opta por el segundo, pero evita que el aire se dirija hacia él. No dejes jamás a tu niño encerrado en un coche, ni siquiera por un momento. En un coche cerrado, la temperatura aumenta de manera impresionante.
Exposición solar
Un baño de sol diario es muy beneficioso para los bebés a partir del mes de vida, pero ¡tened mucho cuidado!: Si vais a la playa o a la piscina protegedlo con una gorra o gorrito que evite que los rayos de sol incidan directamente sobre su cabeza. No olvides el uso de gafas para proteger los ojos del bebé, puesto que son más sensibles que los de los adultos a la radiación ultravioleta.
Evita, por supuesto, las horas centrales del día y aprovecha las franjas horarias de 8 a 10 de la mañana y de 19 a 20 de la tarde… a esas horas el sol es muy agradable.
El bebé tiene la piel muy sensible, una exposición aunque sea breve puede producirle una quemadura de primer grado. En los primeros seis meses está contraindicado proteger su piel con crema solar por el riesgo de alergia.
Hidratación
Los bebés son muy vulnerables a las altas temperaturas, por eso es importante tomar precauciones para evitar problemas como la deshidratación o un golpe de calor.
Ofrécele agua con frecuencia. Los bebés tienen un mayor porcentaje de agua en su cuerpo y un equilibrio más débil, por lo que se deshidratan más rápido que los adultos. De ahí la importancia del consumo de agua en los más pequeños. Es clave reponer con frecuencia al organismo el agua que van eliminando a través de la orina y el sudor.
Descanso
Vigila especialmente los momentos de descanso, que en bebés son varios y largos a lo largo del día. En ocasiones tomamos muchas precauciones en la playa o la piscina y exponemos a nuestro pequeño a riesgos innecesarios mientras duerme.
Un práctica muy común y muy peligrosa es la de cubrir el carrito del bebé con una toalla o un pañuelo para que el niño se duerma o cuando ya se ha dormido. Un experimento comprobó que en solo 30 minutos el interior del cochecito del bebé al sol, y tapado, aumentaba de 22 a 34 grados, y, pasada otra media hora, llegaba hasta los 37 grados. El carro del bebé se convierte en un peligroso invernadero. ¡Evita esta práctica!
En cuanto al colchón de la cuna, durante todo el año, pero especialmente en verano, la transpirabilidad y la capacidad que tiene el colchón para evacuar de manera óptima el calor, son aspectos básicos. Los colchones de espuma y los colchones viscoelásticos, al tener núcleos completamente opacos no permiten la circulación del aire a través del colchón, por lo que impiden que se evacúe el calor de manera óptima produciendo una desagradable sensación de calor.
Las pruebas térmicas han demostrado que el colchón de cuna Babykeeper® reduce el riesgo de estrés térmico (golpe de calor), mejorando los resultados de la inmensa mayoría de colchones del mercado.
En verano, ¡no te la juegues! Toma nota de nuestros consejos y disfruta de una época del año maravillosa para compartir con un bebé.