Los bebés pasan por dos fases diferenciadas de sueño: la fase de sueño profundo o N-REM y la fase de sueño ligero o sueño REM. La fase de sueño profundo se trata de aquella fase de la que es difícil despertar y el ritmo de respiración es lento. La fase N-REM aparece durante la primera mitad del sueño, tiene funciones de regeneración celular y recuperación física, ya que es en ese momento cuando el organismo segrega el 80% de la hormona de crecimiento. En los adultos es la diferencia entre levantarse cansado o con vitalidad pero en los bebés va a ser fundamental para optimizar su crecimiento. En cambio, la fase de sueño ligero o fase REM está estrechamente vinculada al desarrollo del sistema cognitivo. Las neuronas conectan de forma especial ordenando e interpretando las emociones y las experiencias, permitiendo la consolidación del aprendizaje (para los bebés es fundamental para el desarrollo del lenguaje) y la memoria. Durante esta fase es fácil despertar, tienen lugar muchas ensoñaciones, movimientos oculares y faciales rápidos y hay una máxima relajación muscular. La calidad del sueño para los bebés es fundamental, ya que muchas de las bases que desarrolle en sus dos primeros años las utilizará a lo largo de su vida. De hecho, para el bebé el sueño no es sólo recuperación, pues durante el descanso sus principales sistemas internos maduran y se desarrollan, como por ejemplo, el sistema inmunitario. Los ciclos del sueño de un bebé son mucho más cortos, no cumple estrictamente con los patrones REM y N-REM de los adultos. Es más, el 50% del tiempo están en fase REM por lo que cualquier factor externo puede despertarles. A medida que los bebés van creciendo, las horas dedicadas a dormir se reducen y al mismo tiempo la duración de estas fases va cambiando. Pero… ¿sueñan los bebés? Según el doctor Charles P. Pollack, director del Centro para la Medicina del Sueño del Hospital Weill Cornell de Nueva York, confirmó que los bebés sueñan, debido a su fase REM. No hay demasiada información acerca de qué sueñan exactamente los bebés, aunque todo apunta a que sueñan con cosas que pertenecen a su universo infantil. Algunos expertos indican que los recién nacidos sueñan con sensaciones como por ejemplo, los olores. Se tratarían de sueños muy básicos. Cuando los niños crecen los sueños van progresando. Se cree que, aproximadamente a los 18 meses, los niños tendrían la capacidad de contar lo que sueñan. Aunque, probablemente, sería difícil para ellos diferenciar los sueños de las experiencias que viven a lo largo del día. Si alguna vez te has preguntado si los bebés sueñan antes de nacer, la respuesta es sí. La ciencia demuestra que, desde antes del séptimo mes de gestación el bebé pasa por la fase REM, por lo que se presume que sueña con experiencias y sensaciones relativas al ambiente en el que vive.