El BLW y tu bebé: qué es y cuándo empezar

7 septiembre 2020

El BLW, este método parece estar en boca de todas las mamás (y sus bebés) últimamente. Hoy os damos algunas pautas básicas sobre el tipo de alimentación “de moda”, mucho más antiguo de lo que creemos ¿Exactamente qué es el BLW y cuándo puede empezar tu bebé a practicarlo?

Qué es el BLW

Las siglas BLW corresponden a las palabras Baby Lead Weaning, que en inglés viene a significar que el bebé coma solo. Aunque nos parezca algo novedoso, lo cierto es que el método BLW como tal tiene ya casi 50 años. Fue la  enfermera, partera y puericultora británica Gill Rapley quien, allá por los años 70, empezó a interesarse por la forma de alimentación infantil al observar los problemas que muchas mamás tenían para darle los primeros sólidos a sus pequeños. A través de la experiencia con sus propios hijos, terminó por desarrollar y acuñar el concepto BLW, a través de dos libros que se han convertido en referencia de este movimiento.

Aunque lo cierto es que  este método es “más antiguo que el hambre”. Antes de que existieran los potitos y papillas, antes de los robots de cocina y trituradoras, esta era la forma en la que se iban introduciendo los alimentos sólidos en la dieta del bebé. Sentados sobre el regazo, el instinto y la imitación les llevaban a querer comer lo mismo que su mamá o su papá.

En su aplicación actual, el BLW consiste en una forma de introducir la alimentación complementaria, guiada por los papás pero dirigida por el bebé. Será nuestro quien poco a poco irá accediendo a los alimentos que habitualmente se comen en casa. Cubiertas ya sus necesidades nutricionales básicas a través de la lactancia materna o la leche de fórmula, el bebé decidirá qué, cuánto y a qué ritmo comer.

Beneficios del BLW

  • Acostumbra al bebé nuevos sabores y texturas al ofrecer los alimentos por separado y no mezclados y bajo una única textura, como sucede con las papillas.
  • Los bebés que han probado alimentos sólidos entre los 6 y los 9 meses demuestran una mayor aceptación de las frutas y verduras en su dieta habitual cuando son niños.
  • Promueve un adecuado crecimiento y desarrollo neurológico, cognitivo, del tracto digestivo y el sistema neuromuscular. Estimula su psicomotricidad, favoreciendo la coordinación ojo-mano-boca, el control de la prensión manual (para evitar estrujar los alimentos), de la psicomotricidad fina (hacer la pinza), la masticación, etc.
  • Promueve y desarrolla hábitos de alimentación saludable. Respeta las señales de hambre y saciedad, y así enseña al bebé a controlar su apetito evitando el sobrepeso en un futuro. Además, la eliminación de los productos procesados hace que se acostumbre a los sabores de una alimentación natural y sana.
  • Favorece el desarrollo psicosocial y la relación entre padres e hijos. Al dejar el proceso en manos del bebé, la introducción a los alimentos sólidos resulta menos estresante, más natural, y respetuosa. Nunca se le fuerza, y esto disminuye muchos conflictos familiares.
  • Alienta su independencia y confianza
  • Conduce a la integración de la dieta familiar. No es necesario cocinar una comida específicamente para el bebé, pues irá comiendo lo mismo que los demás. Así, poco a poco se va acostumbrando a las comidas de su casa, de su cultura. 

Cuándo empezar con el BLW

Lo normal es empezar a introducirlo a partir de los 6 meses de edad. Sin embargo, lo importante cuando empezamos a utilizar este método es que el bebé haya desarrollado ya ciertas habilidades que te indicarán que está listo para empezar a comer por sí mismo.

  • Que pueda mantenerse sentado erguido casi sin apoyo, sin caerse hacia los lados o hacia delante.
  • Que haya desaparecido el reflejo de extrusión. Es decir, que no “escupa” la comida sólida de modo automático cuando se la introduces en la boca. Este reflejo funciona en los bebés aproximadamente hasta los 6 meses, en un intento de expulsar todo aquello que pueda provocarles un atragantamiento. 
  • Que tenga autonomía con sus manos y una adecuada coordinación ojos-mano-boca. Es decir, que sea capaz de mirar un alimento y posteriormente alargar el brazo para cogerlo con la mano y llevárselo a la boca.
  • Si muestra interés por la comida del resto de la familia.
Cuándo empezar el BLW

Cómo introducir el método BLW

  1. Sienta al bebé erguido, frente a la mesa, en una posición estable y en la que tenga libertad para mover los brazos.
  2. Procura que los alimentos sean fáciles de agarrar. Empieza por trocearlos en bastoncillos del tamaño de su puño. Ten en cuenta que, al principio, el bebé no podrá hacer aún el gesto de pinza con los dedos y deberá cogerlos con toda la mano. Además, procura que tengan la consistencia suficiente para que no se deshagan si los aprieta al agarrarlos, pero sí al aplastarlos con las encías.
  3. Procura también que los alimentos, al igual que la leche, estén ni demasiado calientes ni helados.
  4. Evita introducirle tú la comida en la boca. Deja que sea tu bebé quien tome los alimentos y se los lleve a la boca, que que se tome su tiempo para probar y experimentar.
  5.  Sigue dándole pecho o el biberón. Recuerda que el BLW es un método de alimentación complementaria a la lactancia, las tomas de leche materna o de fórmula seguirán siendo la base de su nutrición hasta el año y una parte muy importante de ella hasta los dos. 
  6. Inclúyelo en la mesa familiar. Esto mejorará su desarrollo psicosocial y que aprenda más rápido por imitación.
  7. Intenta que no esté cansado ni demasiado hambriento al sentarlo a la mesa, así podrá disfrutar de este momento de juego y aprendizaje.
  8. Para controlar las alergias, no ofrezcas varios alimentos nuevos juntos o no sabrás cuál la ha causado. Introduce un alimento nuevo cada tres días y en pequeñas cantidades. Además, evita probarlos por la noche, así podrás vigilar las alergias que se manifiestan solo en la piel y durante unas pocas horas; si estamos dormidos, no nos daremos cuenta de la reacción.
  9. No lo dejes nunca solo mientras está comiendo, para evitar riesgos como el atragantamiento debe estar bajo continua supervisión. Recuerda además enseñarle estas pautas a quien lo cuide cuando no estás.
  10. Cuando esté a la mesa, puedes ofrecerle agua en un vaso con asas para que también aprenda a gestionar de modo autónomo sus ganas de beber.

Qué puede comer tu bebé con el BLW

  • Frutas y verduras crudas o ligeramente cocidas, asadas o fritas. 
  • Carne guisada, cocida o a la plancha.
  • Huevos, siempre bien cocidos.
  • Pescado hervido o a la plancha, teniendo cuidado siempre de eliminar todas las espinas.
  • Pan, arroz, pasta, queso fresco en bastoncitos...

Qué alimentos debes evitar darle a tu bebé

  • Miel.
  • Azúcar.
  • Sal.
  • Frutas y verduras muy duras crudas, como la zanahoria, el apio o la manzana, pues pueden tener dificultad para tragarlas. Puedes hervirlas o asarlas en el horno o microondas para conseguir una textura más blandita.
  • Aceitunas, uvas, cerezas o frutos rojos enteros. Mejor cortarlos por la mitad para prevenir el atragantamiento.
  • Frutos secos enteros. Puedes introducirlos en cremas o triturados, pero nunca enteros.
  • Comidas precocinadas y carnes procesadas, como las salchichas y embutidos. Contienen un exceso de sal.
  • Pescados azules de gran tamaño, como el pez espada o el atún. Conviene evitarlos hasta los 3 años de edad por su alta cantidad de mercurio.
  • Espinaca, cardos, acelgas y borrajas. Hasta los 12 meses por el contenido en nitritos.
  • Algas, ya que pueden contener altas cantidades de yodo.
  • Carne de caza con munición de plomo.

Ahora que ya conoces las bases del método BLW ¿te atreves a probarlo? Cuéntanos tu experiencia en nuestras redes sociales.