Todas las claves para elegir un colchón de cuna para tu bebé

22 mayo 2015

A pesar de las numerosas advertencias de pediatras y matronas sobre la importancia de la superficie sobre la que descansa nuestro bebé, todavía existe, en ocasiones, la creencia errónea de que como el bebé “pesa poco” la superficie sobre la que descansa no tiene excesiva importancia.

Nada más lejos de la realidad: A la hora de elegir un colchón de cuna, es conveniente tener claros algunos criterios que nos aseguren:

  1. Que el colchón sobre el que descansará nuestro bebé cumple con todos los requisitos para ser considerado un colchón seguro.
  2. Que cumpla con todas las condiciones para garantizar su bienestar.
  3. Que la tecnología que incorpora sea capaz de minimizar, cuando no evitar, riesgos como la temida muerte súbita del lactante, alergias o problemas de sueño.

¡No lo olvides! Un mal producto puede impedir que nuestro bebé descanse bien, perjudicando con ello el sueño de toda la familia. Así lo asegura la Guía del sueño infantil elaborada por el Instituto Europeo de Calidad del Sueño que recoge todo lo que necesitas saber para que tu bebé duerma seguro.

¿Cuál es el grado de firmeza aconsejable?

La respuesta es muy clara: Ni duro, ni blando. Los colchones para bebés han de ser firmes. Un colchón firme es aquel que ofrece cierta dureza pero a su vez es adaptable, es decir, evita que el bebé se hunda pero es capaz de adaptarse a su cuerpecito todavía en formación.  Es fundamental elegir una base firme que distribuya uniformemente el peso del bebé para evitar riesgos como plagiocefalia postural (entre los 0 y 3 meses), que consiste en una deformación en el cráneo del bebé debida a una postura predominante y que se aprovecha de la plasticidad del cráneo en los primeros meses de vida.

Un colchón excesivamente duro no se adapta, resulta incómodo y perjudica su desarrollo. Por el contrario, los colchones muy blandos provocan que el cuerpo del bebé se hunda causándole incomodidad, ya que no tiene suficiente fuerza para cambiar de posición. ¡Atención! Y no se trata solo de que el bebé pueda o no estar incómodo: existe riesgo de asfixia, muerte súbita o bronco aspiraciones por reflujos.

¿Qué material elijo? ¿Muelles, espuma, látex, viscoelástico…?

Es importante saber que no hay sistemas buenos o malos, simplemente hay diseños que presentan garantías y se han certificado y otros que no. En este sentido destaca en el mercado el colchón de cuna Babykeeper, el único certificado como producto sanitario por los múltiples beneficios que presenta para el bebé.

colchón cuna Babykeeper

Los colchones de muelles suelen ser excesivamente firmes y no llegan a acoplarse al cuerpo del bebé. Por el contrario, tanto los colchones de látex como los viscoelásticos suelen tener firmezas excesivamente bajas.

Además, en general componentes metálicos o materiales que están declarados en las listas de alérgenos como el látex, pueden provocar irritación dérmica y problemas respiratorios.

¿Es preferible que sea lavable?

Claramente sí. Una cama puede albergar dos millones de ácaros lo que puede hacer que el bebé desarrolle alergias.  Es recomendable que los tejidos, muñecos, almohadas, etc. que rodean al bebé, e incluso el propio colchón, se puedan lavar con frecuencia.

¿Es necesario que un colchón disipe el calor?

colchón cuna bebé

Para no fatigar el sistema termorregulatorio del bebé es conveniente que no pierda calor enfriándose, ni tampoco que acumule calor en exceso. Para ello, no se debe exceder una temperatura ambiente de 21-22 grados ni crear barreras térmicas con exceso de ropa, mantas o colchones que no disipen bien el calor sobrante. Una temperatura adecuada es clave en el descanso infantil. Se ha demostrado que hay colchones que pueden llegar a aumentar entre 2 y 4 grados la temperatura superficial del bebé con el riesgo que ello conlleva.


¿Qué es el certificado OEKOTEX y qué importancia tiene?

Es un certificado que garantiza que no se han empleado sustancias nocivas en la elaboración del colchón, y que el producto puede estar en contacto con las pieles más sensibles, como las de los bebés. El certificado OEKOTEX clase 1 garantiza la ausencia de sustancias tóxicas, cancerígenas o mutagénicas ensayadas especialmente para productos que están en contacto con bebes.

Se puede comprobar si el fabricante tiene realmente el certificado (existen fabricantes que lo usan y no lo tienen) escribiendo su nombre en la web: https://www.oeko-tex.com/en/