Primeros días en la guardería

Los primeros días en la guardería son un momento de transición tanto para los niños como para los padres. 

Es normal que tanto los niños como los padres sientan emociones de ansiedad, nerviosismo y tal vez un poco de tristeza al separarse durante las primeras veces en la guardería. Esto es una reacción natural al cambio y la separación.

Algunas guarderías ofrecen períodos de adaptación, donde los niños asisten durante períodos de tiempo cada vez más largos para acostumbrarse al nuevo entorno y las personas. Si la guardería ofrece esta opción, úsala para facilitar la transición.

Las rutinas predecibles son reconfortantes para los niños. A medida que el niño se adapte, la rutina diaria de la guardería se convertirá en una parte importante de su vida, ayudándole a sentirse seguro.

Habla con los cuidadores de la guardería sobre las rutinas y preferencias de tu hijo. Cuanta más información tengan sobre su personalidad, rutinas de alimentación y sueño, más podrán personalizar su experiencia.

Si el niño tiene un objeto de consuelo favorito, como un peluche o una manta, permitir que lo tenga con él durante el día podría brindarle seguridad adicional.

Aunque al principio podría ser tentador quedarse todo el tiempo, permitir que el niño explore y se acostumbre a la guardería de manera independiente le dará la oportunidad de desarrollar habilidades sociales y de adaptación.

Asegúrate de despedirte de tu hijo cuando te vayas. Esto le brinda una sensación de cierre y seguridad. Mantén las despedidas cortas y positivas, transmitiendo confianza.

Mantén una comunicación regular con los cuidadores de la guardería para estar al tanto del progreso y la adaptación de tu hijo. También podrás compartir cualquier inquietud que tengas.

La adaptación a la guardería puede llevar tiempo. Es normal que los primeros días sean más difíciles, pero con el tiempo, muchos niños se acostumbran y disfrutan de la experiencia.

Recuerda que cada niño es diferente, por lo que algunos pueden adaptarse más rápido que otros. Lo más importante es brindar amor, apoyo y paciencia a medida que tu hijo se acostumbra a su nueva rutina en la guardería.