Cómo debe dormir un bebé en sus primeros meses

30 julio 2020

Los bebés pasan gran parte del inicio de su vida durmiendo. En total entre 14 y 17 horas es el tiempo que pasa soñando en los primeros meses. Tal y como explica el doctor Gonzalo Pin, director médico de la Unidad del sueño infantil de la clínica Quirón de Valencia, “la naturaleza le dedica mucho tiempo al sueño por una razón: es fundamental para el desarrollo cognitivo y para el desarrollo del sistema nervioso central, que es impresionante durante los primeros meses de vida”. Pero, ¿cómo debe dormir un bebé en sus primeros meses?

Desde los primeros días el ritmo de sueño viene pautado casi exclusivamente por la necesidad de alimentarse y su sueño se produce en segmentos muy breves. Los bebés están despiertos el tiempo necesario para cubrir dicha necesidad o bien para solventar algún tipo de molestia como calor o frío, que el pañal esté para cambiar, que tengan aires, etc. Con el paso de las semanas y las rutinas que los papis van aplicando ese ritmo se adaptará al día y la noche. Será el momento de ayudarlo a lograr maneras de conciliar el sueño.

Cómo debe dormir un bebé en sus primeros meses

La importancia del sueño en el bebé viene dada porque es el momento en el que se favorece la segregación de una mayor cantidad de la hormona del crecimiento, suponiendo casi el 80% de la misma durante el sueño. Tal y como señalan los expertos, durmiendo va a madurar el sistema nervioso y regular el crecimiento de los órganos. Con ello se logra un correcto desarrollo emocional y se favorece el desarrollo de la memoria. Cuando descansan, los bebés (y en general los niños) tienen una mejor predisposición para el aprendizaje, aumenta la facilidad para hablar y la capacidad para asimilar el lenguaje. Hay que tener en cuenta que dormir bien previene desórdenes metabólicos como la obesidad infantil, y reduce el riesgo de desarrollar adicciones en la adolescencia.

Desde su nacimiento los bebés regulan el sueño ellos solo. Hay algunos que necesitan dormir menos horas que otros y no por ello significa que tengan algún problema. Siempre que el bebé duerma, coma, interactúe con los padres y su desarrollo sea normal... no habrá que preocuparse si consideramos que duerme menos horas de las que debería.

Conforme pasan los meses, nuestro hijo necesitará que le ayudemos a adquirir buenos hábitos. Para ayudarlos a dormir, sobre todo por la noche, habrá que establecer unas rutinas para que pueda detectar que la hora de dormir ha llegado. Un baño, un cuento, una canción... esas señales se irán interiorizando y de esta forma sabrá que ha llegado la hora de los dulces sueños.

Del mismo modo, habrá que enseñarle la diferencia entre el día y la noche. Por ello, no es recomendable que durante el día lo metamos en una habitación oscura y silenciosa. Además, nuestro hijo tendrá unos patrones y ritmos y dará claras muestras de tener sueño (frotarse los ojos, tocarse las orejas, ponerse irritables...)

Cómo le ayudamos a tener un sueño regular y seguro

Hay que tener en cuenta que para disminuir el riesgo de muerte súbita del lactante se recomienda acostarlo en su cuna boca arriba y que esta tenga un colchón firme, sin almohada ni objetos que puedan provocarle asfixia. Tampoco es recomendable abrigarle demasiado, ya que los bebés no son capaces de autorregular su temperatura.

El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es uno de los temas que más nos preocupa a los padres. Tras décadas de estudio todavía no se conocen las causas por las que se produce. Sin embargo, gracias a la investigación y a la puesta en practica de unos sencillos consejos, el número de fallecimientos se ha reducido considerablemente. Entre los consejos para disminuir el riesgo de SMSL está el llevar un control durante todo el embarazo del estado de salud tanto de la madre como del bebé; que el bebé duerma sobre un colchón firme, nunca sobre una superficie blanda; cubrir el colchón con una sábana bien ajustada y ninguna otra ropa blanca; no tener objetos blandos cerca del bebé; tampoco usar protectores acolchados (chichoneras); ventilar correctamente la habitación donde duerma el bebé o el coche para que no respire aire con exceso de CO2; evitar, en la medida de lo posible el colecho o realizarlo siguiendo todos los consejos; lactancia materna; ofrecer el chupete (sin correa) mientras duerme y siempre que lo admita; no fumar durante el embarazo ni tras el parto.

Entre las rutinas que se pueden seguir para ayudar a nuestro bebé a adquirir una buena higiene del sueño están:

  • Realizar un baño relajante
  • Realizar un masaje con crema tras el baño
  • Ponerle ropa cómoda para dormir
  • Leer un cuento o escuchar algo de música clásica o relajante
  • Llevar al bebé a una habitación silenciosa y de temperatura agradable
  • Comenzar las rutinas siempre a la misma hora a ser posible